Durante siglos – hace milenios – los judíos se cruzaron con el mundo de habla hispana, formando vínculos culturales, lingüísticos y genealógicos a pesar de los conflictos religiosos. Ahora, una iniciativa del Consulado israelí del noroeste del Pacífico está forjando conexiones entre Israel y la comunidad hispana del área de la Bahía, centrándose en un interés común: la tecnología.
Cuando el cónsul general Andy David llegó a su puesto hace cuatro años, se centró en lo que tenía de particular la economía local y la cultura, y de qué manera podría contribuir el consulado. Dos factores despuntaron: la creciente importancia de la demografía latina y el sector tecnológico en Silicon Valley y sus alrededores.
Con Israel experimentando su propio boom de alta tecnología, la industria era un lugar de encuentro obvio – y uno en el cual los latinos eran una presencia creciente. David dice que entre 10.000 y 15.000 israelíes trabajan en Silicon Valley, pero rara vez tuvieron interacción con la comunidad latina.
“Sentí que teníamos mucho en común”, dijo David a J., “pero necesitaba demostrar a la comunidad latina que Israel es relevante para su vida, su éxito y su prosperidad. Y para hacerlo, tenían que ir allí”.
Jeff Saperstein, profesor de negocios en la Universidad Estatal de San Francisco, sugirió que David conociera a un contacto de los círculos latinos del Silicon Valley, el consultor de marketing Giovanni Rodriguez, quien compiló una lista de los considerados líderes y prometedores empresarios tecnológicos del Bay Area Latino.
“Se entendía que esto no podía ser un ejercicio de propaganda”, dijo Rodríguez. “Más bien de diplomacia ciudadana. Pero en cuanto a innovaciones tecnológicas y de negocios, hay muy pocas regiones en el mundo de las que se puede aprender tanto como de Israel”.
Se enviaron invitaciones para un viaje de una semana a Israel, pagado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, la Fundación Koret y otras organizaciones judías del área de la Bahía. En 2015, hizo el viaje la primera delegación de 12 personas.
El viceconsejero Ravit Baer escoltó al grupo, junto con David y Rodríguez. Visitaron los típicos lugares turísticos – la Ciudad Vieja de Jerusalem, Yad Vashem, la Knesset, el Mar de Galilea, Nazaret, también visitaron empresas de tecnología y aceleradores, universidades y oficinas gubernamentales. Asistieron a ferias tecnológicas en Tel Aviv sobre tecnología médica y seguridad cibernética. En junio de 2016, una segunda delegación de 11 latinos hizo un viaje similar.
Los delegados se contaban desde personas como Pilar Manchón, directora de interfaces cognitivas en Amazon, hasta fundadores como Laura I. Gómez, CEO y fundadora de Atipica, un grupo de defensa de la diversidad.
“Ahora entienden por qué Israel es relevante para ellos”, dijo David. “Seguro se forjaron nuevas relaciones de negocios”.
Rodríguez encontró un socio israelí para su empresa, la Silicon Valley Story Lab, que tiene previsto su lanzamiento a principios de 2017. Y David comenzó a recibir invitaciones para eventos latinos de Bay Area. “No fue sólo unilateral. Una vez que la puerta se abrió, se abrió en ambos sentidos”, dijo.
Los nuevos vínculos crearon tal agitación en las redes sociales latinas que algunos ex alumnos de los viajes visitaron Guadalajara, que está tratando de posicionarse como el Silicon Valley Mexicano, por invitación de una asociación empresarial mexicana.
“Ahora estamos hablando de cómo llevar gente tecnológica mexicana a Israel – a través de la conexión del Silicon Valley”, dijo Rodríguez.
Sarahi Espinoza Salamanca, de 27 años, nacida en México y CEO y fundadora de DREAMers RoadMap, una organización sin fines de lucro basada en Palo Alto que ayuda a inmigrantes indocumentados a financiar su educación, fue miembro de la delegación de 2016.
Cuando su grupo visitó a Adi Rosenfeld, un hombre de negocios que trabaja con veteranos de las Fuerzas de Defensa de Israel con trastorno de estrés postraumático, Salamanca estaba tan conmovido que “no pude contener las lágrimas”, relató, “porque me recordaba a mí mismo y las luchas que he pasado en mi vida. Tuvimos una infancia similar y una juventud adulta.
Salamanca sigue en contacto con Rosenfeld “para pedirle consejo o compartir con él cuando tengo un mal día”.
Pero la experiencia de Israel fue algo más que negocios para los visitantes.
“Hubo tantos tweets divertidos”, dijo David. Uno de ellos publicó: “Estoy aquí caminando en la playa de Tel Aviv. Nunca había visto tantos puertorriqueños”. Hablaba en broma. Pero mostró que se sentía como en casa.
Fuente: Jweekly