El miércoles 30 de noviembre, fue la fecha que muchos esperaban. Los inversionistas, aficionados pero en especial los países productores de petróleo, estuvieron atentos desde las primeras horas de la mañana a los resultados de la última reunión de la OPEP en Viena, la cual terminó con el pronóstico esperado, la reducción de la producción de petróleo. Esta decisión dio mucho de que hablar y logró crear cambios importantes en menos de 24 horas en el mercado.
La demanda que comenzó por los inversores, trajo subidas tocando los 50$ por barril, esto sin dudas aportará a países productores como Nigeria y Libia, que esperaba llegar a este nivel para poder restablecer parte de su economía la cual gran parte está basada en la venta de su petróleo nacional, también tuvieron la suerte de estar libres de reducir, ya que el veredicto no implica a estos dos últimos países.
Arabia Saudita fue el primer país que aceptó la reducción, primero para que Irán se vea obligado al mismo acto a lo que afectaría en parte su economía, la cual no ve un futuro positivo si el presidente electo de EEUU vuelve a poner a este país bajo nuevas sanciones.
Arabia Saudita puede darse el lujo de reducir hasta 500,000 bpd, y esto es porque desde el verano impulsó su producción aprovechando la fuerte demanda de la temporada asegurándose una venta de 400,000 bpd, o sea que podrá reducir su producción sin afectar su a su exportación ya garantizada. Ahora, debemos ser cautelosos. A pesar de que la decisión tomada, cual obliga a los países a reducir su producción dio un golpe positivo y, se espera que balance la situación en el mercado, la OPEP está lejos de resolver sus problemas internos. Por un lado, el acuerdo depende de la auto-conformidad, y el compromiso por parte de los países miembros, donde particularmente Irak aceptó, siendo un país que pasa por un débil momento económico, e Irán, que se permitió un aumento de la producción, pero acordó el límite de 90.000 barriles por día y, también está mostrando signos de no estar muy satisfecho con la decisión. Los desacuerdos sobre cómo medir la producción, dentro de la OPEP, serán un tema al cual debemos estar despiertos, dijo Spencer Welch, director de la consultoría IHS Energy.
Un paseo por el mercado
Este último tiempo, mucho se especuló sobre el precio del crudo, influenciado por las elecciones en los Estados Unidos y, por las reuniones de la OPEP desde septiembre que terminaron por decidir este último miércoles como día de juicio final para la producción del petróleo global. Como ya hemos visto, a partir de la semana siguiente de la victoria del Sr. Trump, amaneció con una ruptura del precio hacia arriba tocando casi los 50$ por barril, no podemos decir lo mismo del cierre que bajo hasta 45.65$, lo que si, sin duda, la repentina subida de precios en el mercado supo llenar los bolsillos de muchos que supieron entrar en el momento justo, por encima de los 46.61$ BPD.
El impacto después de la reunión en Viena, dio una sensación positiva. La semana terminó con una ganancia de 52.64$ bpd. Esto nos indica que los analistas acertaron con su pronóstico y aunque el lunes puede que amanezcamos con leves bajas por la breve ola de venta que se aproxima, los inversores están esperando que el precio llegue hasta los 60$bps. Son dudas algo que no está muy lejos de suceder.
* Analista Internacional del Grupo Amora