«Presiones de diversos ámbitos» son las que el gobierno británico recibió para liberar a Augusto Pinochet, cuando en 1998 -y hasta 2000- el líder del golpe militar en Chile fue arrestado en Londres.
Así lo aseguró Jack Straw, el entonces ministro del Interior del gobierno laborista de Tony Blair, en Reino Unido.
Straw habló con TVN, el canal estatal chileno para la serie documental «Pinochet: los últimos días», que analiza el periodo entre el arresto del gobernante de facto chileno en Londres en 1998 y su muerte hace 10 años en diciembre de 2006.
El exministro del Interior el gobierno de Tony Blair, quien debió decidir la suerte de Pinochet luego de que los tribunales de Justicia británicos decidieran extraditarlo a España para ser juzgado, aseguró que existieron «presiones» desde varios flancos para la liberación de Pinochet.
«De vez en cuando Tony Blair me preguntaba mi opinión. Él era el primer ministro y yo sabía que estaba bajo presión», explicó el entonces jefe de la política interna británica.
Deuda por las Falklands/Malvinas
Pinochet, cuyo gobierno terminó con más de 3.000 muertos y desaparecidos, fue detenido por una petición de extradición de los tribunales de España para juzgarlo por asesinato y tortura.
La detención dividió no sólo a simpatizantes y detractores de Pinochet, sino también al gobierno de centro-izquierda británico.
Una de las principales presiones, según Straw, venía de una figura todavía entonces fundamental en la política de Reino Unido: Margaret Thatcher, «su predecesora, quien dijo que estaba furiosa de que Blair no tomara las decisiones. Que cómo podía ser que fuera su ministro del Interior y no él quien decidiera, cuando debía ser el premier quien mandara un oficio para que Pinochet fuera liberado».
Pero la histórica «dama de hierro» no fue la única en dejarle ver al gobierno de Blair sus reparos.
Otros comentarios fueron menos mediáticos, pero contundentes. Y vinieron desde dentro.
«Era sabido que Chile fue de ayuda durante la guerra de las Falklands/Malvinas. Así que existió presión desde ese lado del gobierno. Hay que recordar que yo era responsable por el MI5, una de las agencias de inteligencia del gobierno».
¿No apto para enfrentar un juicio?
Straw aseguró que en un primer momento no creyó en la versión de los defensores de Pinochet de que, debido a su avanzada edad, el general y entonces senador vitalicio estaba con demencia senil y no podía enfrentar un juicio. Incluso cuando le llegó un informe que lo avalaba, tomó
«Cuando me llegó fui bastante escéptico. Así que insistí que le realizáramos exámenes independientes a Pinochet».
Y así fue. Cuatro especialistas contratados por el gobierno británico lo examinaron. Pero el resultado sorprendió al propio ministro del Interior.
«Fueron cuatro médicos los que lo examinaron. Y para mi sorpresiva y gran decepción, volvieron con la conclusión de que no estaba apto para viajar.Todos ellos, los cuatro».
Ante el informe, Straw decidió, contra todo pronóstico, no extraditar a Pinochet debido a razones humanitarias. Dos horas después del anuncio realizado por el ministro ante el Parlamento británico, Pinochet volaba rumbo a Chile.
fuente:bbcmundo