El Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) declaró al asentamiento ilegal de Amona “zona militar cerrada”, prohibiendo la entrada y cerrando todas las rutas a la comunidad, erigida sobre terrenos privados palestinos.
Las fuerzas de seguridad están planeando enfrentar una violenta oposición por parte de los habitantes del asentamiento ilegal o “outpost” de Amona en Cisjordania (Judea y Samaria), cuyo desalojo y demolición ha sido programado para el 25 de diciembre próximo.
A mediados de noviembre, el ministro de Defensa, Avigdor Liberman, instó a los residentes que serán evacuados a “no confrontar con los soldados” del Ejército de Defensa de Israel. Se trata de una declaración repetida por el subinspector Moshé Barkat, jefe de la policía de Judea y Samaria, quien pidió a los habitantes de Amona que se abstengan de cualquier tipo de violencia durante la evacuación.
Mientras que el Ejército de Defensa de Israel está a cargo de la evacuación; la Guardia de Frontera, un organismo de seguridad que está bajo la órbita de la Policía de Israel, llevará a cabo las tareas en el terreno. Cerca de tres mil agentes de la Guardia de Frontera se disponen a desalojar a cuarenta familias de sus viviendas.
Alrededor de un centenar de rabinos llamó al público a sumarse a los habitantes de Amona para oponerse en forma no violenta al desalojo.
“Llamamos a cualquiera que pueda venir y quedarse en el asentamiento en este momento”, reza la solicitada de los rabinos, instando al Gobierno a “impedir esta destrucción criminal e innecesaria”.
La Policía ha recibido entrenamiento para todos los escenarios que pudiera enfrentar en la inminente evacuación, incluyendo la violencia por parte de los colonos.
fuente:aurora