Millones de dólares del tesoro público fueron depositados en empresas privadas que, a su vez, transfirieron fondos a las empresas de Saca. Un empleado de Capres, ahora imputado, retiró más de 73 millones en efectivo.
La investigación de la Fiscalía General de la República (FGR) sobre el desvío de más de 246 millones de dólares de fondos públicos asignados a la Presidencia de la República en el período de Elías Antonio Saca González, evidencia una confabulación entre funcionarios públicos, instituciones estatales, empresas privadas y personas particulares.
A principios de diciembre de 2009, a pocos meses de que Saca dejara la Presidencia, El Diario de Hoy publicó que en ese período presidencial (2004-2009) se gastaron $219 millones más de lo que había aprobado la Asamblea Legislativa como fondos para la Presidencia, de acuerdo con un análisis de los presupuestos de la época .
A pesar de ese informe, la Corte de Cuentas de la República (CCR), en ese tiempo presidida por Rafael Hernán Contreras, entregó un finiquito a Saca en el que constaba que había manejado con transparencia los dineros que fueron dispuestos a su cargo.
Cuando a Contreras se le cuestionó sobre los gastos excesivos en bienes y servicios en el período de Saca, respondió: “Hemos hecho un trabajo en nuestra fiscalización bien hecho, objetivo e imparcial, y que como Corte de Cuentas no podemos hacer una nueva investigación”.
No obstante, la Fiscalía General de la República han determinado que hay muchos indicios de que Saca se enriqueció ilícitamente desviando fondos públicos hacia cuentas personales y empresariales. No está claro el manejo que se les dio a 246 millones de dólares.
La triangulación y desaparición de millones
Lo que sí está claro, según la investigación de la Fiscalía, es que de la “Cuenta institucional subsidiaria del Tesoro Público de la Presidencia de la República”, fueron alimentadas cuentas bancarias del secretario privado de Saca, Élmer Charlaix, de Pablo Gómez y de Francisco Rodríguez Arteaga, estos últimos empleados de Casa Presidencial hasta el pasado 30 de octubre, cuando fueron capturados.
Para ello, Charlaix, Gómez y Rodríguez Arteaga abrieron cuentas bancarias en diversos bancos, las cuales fueron alimentadas con fondos provenientes de la cuenta institucional de Capres con cheques a nombre de “Gastos operativos de la Presidencia de la República”.
De esa cuenta, Charlaix depositó en las suyas 17 millones 808,930.12 dólares durante 2004. Luego, cuando el secretario privado de Tony Saca cerró su cuenta, 008-301-00-0004-72-7 de un banco local, Gómez y Rodríguez Arteaga abrieron varias cuentas bancarias a su nombre en las cuales, en conjunto, recibieron depósitos de más de 251 millones de la cuenta oficial de la Presidencia.
Es en este punto donde, según la Fiscalía, se configura el lavado de dinero del que está acusando a Saca, a sus tres exsecretarios y a los empleados de Capres, Gómez y Rodríguez Arteaga, debido a que de las cuentas de estos depositaron millones a cuentas de varias agencias de publicidad y otras empresas que en el período 2004-2009, jamás prestaron servicio alguno a Casa Presidencial.
Por ejemplo, solo en 2004, de las cuentas de Charlaix, alimentadas con fondos públicos, fueron depositados a favor de América Publicidad, 515 mil dólares, la cual emitió cheques a favor de Grupo Samix, Promotora de Comunicaciones, Radio Difusión Usuluteca, Radiodifusión de El Salvador y Stereo 94.1 FM, cheques por un total de 482 mil 400.06 dólares.
Eso no es todo. De las cuentas de Gómez y Rodríguez Arteaga, esa misma empresa de publicidad recibió abonos, entre 2004 y 2009. Luego, esa empresa hizo depósitos a las empresas de Saca por más de $4 millones 223 mil.