Douglas Meléndez dijo que hay una investigación abierta y se ha alertado a fiscales auxiliares. El 26 de octubre, la PNC advirtió que las maras arreciarían sus ataques. Gabinete de Seguridad lo ha negado. Movimiento policial denuncia deserción
El Fiscal General, Douglas Meléndez, confirmó ayer que el Ministerio Público tiene información sobre planes de ataques de las pandillas contra funcionarios y empleados del sistema de justicia, algo que el Gabinete de Seguridad había negado durante la semana.
Meléndez también afirmó que la Fiscalía General ha registrado en los últimos días un aumento de asesinatos de policías, así como de tiroteos entre los agentes de seguridad pública y pandilleros.
“Lo mejor que se debe hacer en este tema es ser transparentes y objetivos; no sé la Policía, pero nosotros como Fiscalía tenemos alguna información en relación a posibles atentados contra policías, fiscales y jueces. Esa información fluye y tenemos que corroborarla, pero la información, como tal, ahí está”, declaró Meléndez.
El Ministerio Público ha abierto una investigación al respecto y ha alertado a los fiscales auxiliares del país para que tomen precauciones, dijo Meléndez, tras participar en la ceremonia en la que el diputado Guillermo Gallegos fue juramentado como el nuevo presidente de la Asamblea Legislativa.
Mientras se llevaba a cabo este acto, las autoridades informaban sobre el homicidio del agente Carlos Arturo Flores en Yucuaiquín, en La Unión.
Con su muerte, la cifra de policías asesinados en lo que va del año se elevó a 41 (ver nota aparte).
Además, Flores se convirtió en el octavo agente que ha sido ultimado por grupos delincuenciales, desde que el pasado 26 de octubre la Subdirección General de la Policía Nacional Civil (PNC) alertó a todas sus unidades de que las pandillas habrían acordado agudizar sus ataques.
Fuentes policiales revelaron que Óscar Antonio Salazar, un agente asesinado el lunes en el cantón Flor Amarilla, de Santa Ana, ya le había dicho a sus superiores que la mara Salvatrucha y la pandilla 18 lo tenían en “la lista” de asesinatos que debían ejecutar.
Un día después también fue asesinado un soldado en Morazán, la baja número 19 dentro de la Fuerza Armada.
El vicepresidente de la República, Óscar Ortiz, atribuyó ayer este incremento de ataques a la ejecución de las medidas extraordinarias con las que el Gobierno ha pretendido combatir a las pandillas desde marzo.
“Era lógico que al golpear a profundidad el crimen íbamos a tener reacciones, y las primeras reacciones que estamos teniendo son respuestas traicioneras dirigidas a nuestros heroicos policías que han ofrendado su vida en esta gran cruzada contra el crimen y la extorsión”, dijo exvicepresidente Ortiz.
Señaló que “el crimen” es la principal amenaza a la democracia y a la estabilidad en El Salvador, por lo que, según él, el Gobierno está enfocando todos sus esfuerzos para contener la violencia y la extorsión de las pandillas.
Ministro: deserción de policías es para emigrar
Esta semana trascendió que debido a los ataques contra policías y militares, algunos miembros de la corporación policial han desertado y otros han pedido permiso sin goce de sueldo de la institución para resguardar sus vidas y las de sus familiares.
Ayer por la mañana, representantes del Movimiento de Trabajadores de la Policía denunciaron en la plaza Salvador del Mundo que, entre enero y unos días de noviembre, 163 agentes abandonaron su trabajo por la violencia (ver nota en siguiente página).
En contraste, el ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, rechazó en la Asamblea Legislativa que se estuviera dando una salida masiva de trabajadores de la corporación policial por esta razón.
“La renuncia de miembros de la Policía ha sido una dinámica permanente, por las mismas razones por las que muchos salvadoreños optan por buscar mayores niveles de desarrollo personal, familiar o mayores ingresos en Estados Unidos o en otros lugares del mundo”, aseguró Ramírez Landaverde.
El funcionario, quien no reveló la cifra de personas que han abandonado la institución recientemente por diferentes circunstancias, matizó que es lógico que los agentes sientan preocupación por la situación de violencia que hay en el país, pero enfatizó que no se puede asegurar que esta sea la razón principal por la que haya deserción en la PNC.
El miércoles pasado, el director de la Policía Nacional Civil, Howard Cotto, también negó a través de un comunicado que haya una deserción masiva de agentes a causa de los recientes hechos violentos.
“Es una información falsa (que) a raíz de estos hechos haya una salida masiva de miembros de la institución”, manifestó el jefe policial.
Cotto agregó que todos los días, durante varios años, han recibido denuncias de amenazas contra policías, pero aclaró que mucha información ha debido descartarse porque no lograron confirmar los casos.
fuente:El Diario De Hoy