El candidato republicano Donald Trump prometió causar un impacto «cinco veces mayor que el del Brexit» en las elecciones presidenciales de Estados Unidos que se celebrarán el próximo martes.
Pero ¿lo logrará?
La noche del 23 de junio pasado millones de británicos apagaron sus televisores y se fueron a la cama bastante seguros de que, para bien o para mal, nada iba a cambiar tras el referendo sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea (UE).
Pero se despertaron con las imágenes del líder del Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, diciendo a sus partidarios en éxtasis: «Amanece en un Reino Unido independiente».
Para sorpresa de muchos había ganado por un estrecho margen la opción que favorecía la salida de la UE.
¿Puede EE.UU. amanecer con una sorpresa similar el próximo 9 de noviembre?
Las encuestas señalan que es difícil…
A primera vista, no parece fácil que pueda suceder.
La mayoría de las encuestas de opinión nacionales sitúan al candidato republicano Donald Trump por detrás de la demócrata Hillary Clinton.
Pero eso fue antes de que el director de la Agencia Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), James Comey, anunciara nuevas pesquisas en el caso del servidor privado de correos electrónicos que Clinton utilizó cuando era secretaria de Estado (2009-2013).
Y ahora queda por ver cuánto impacto tendrá esa la noticia sobre los votantes.
Las encuestas en las últimas horas han empezado a reflejar una caída de Clinton.
Mientras, Trump y sus partidarios insisten en que la mayoría de las previsiones sobre el referendo sobre la permanencia de Reino Unido en la UEse equivocarony que, al contrario de lo que adelantaban, ganó el Brexit.
Curiosamente, los sondeos realizados en internet las semanas previas al referendo, con pocas excepciones, predijeron una victoria de los que votaron por dejar la UE, mientras que las llevadas a cabo por teléfono apuntaban a un triunfo de los que eligieron quedarse.
Y ahora, visto el resultado, el sector político y el de los medios de comunicación tienden a pensar que la cautela natural del electorado terminó inclinando la balanza a favor del statu quo.
Pero las casas de apuestas, cuyas opiniones sobre estos asuntos siempre tienen más peso en Reino Unido, estaban todas alineadas.
E incluso los mayores defensores del Brexit poco hablaban de sus posibilidades de victoria. A pocos minutos de que las urnas cerraran el 23 de junio, Farage le dijo a un periodista de televisión: «Parece que el ‘permanecer’ aventaja».
…pero la fe en los métodos de las encuestas se puso en duda
Las fallidas predicciones sobre el Brexit resultaron un nuevo golpe a la reputación de la industria de las encuestas, que también se equivocó en las elecciones generales de 2015 en Reino Unido e Israel y en las primarias de 2016 en EE.UU.
Así que las casas encuestadoras tienen ahora que encontrar una manera de arreglar las cosas.
Y es que a las empresas del ámbito en Reino Unido y Estados Unidos les está resultando cada vez más difícil conseguir muestras verdaderamente representativas de los votantes.
Antes era posible confiar en los números de teléfono elegidos al azar, ya que estos solían corresponder a líneas fijas.
Pero ahora, el uso masivo de los celulares y el rechazo generalizado del público a participar en los sondeos ha vuelto difícil y costoso el negocio de las encuestas.
Las leyes estadounidenses restringen el uso de marcadores automáticos, lo que significa que los entrevistadores tienen que marcar los números de teléfono celular a mano. Así que no es raro tener que marcar 20.000 números aleatorios sólo para completar una encuesta de 1.000 personas.
Por ello, los medios de comunicación de escasos recursos que quiera realizar sondeos electorales tienen cada vez más a encargar encuestas por internet.
Las encuestas por internet son más baratas, pero se consideran menos precisas.
Pero en vista de lo que sucedió con la previsión del Brexit, podrían estar más cerca de la verdad.
Carrera reñida
La casa de encuestas estadounidense IBD / TIPP, que muestra una proporción inusualmente alta de usuarios de teléfonos celulares y afirma estar entre las más precisas, predijo una carrera más reñida que otras antes de inclinarse hacia Clinton.
Ragavan Mayur, presidente de TechnoMetrica Market Intelligence, y que dirige la encuesta de IBD / TIPP, dijo recientemente que lo que ocurrió con el Brexit demostró lo limitado de los modelos basados en «votantes probables» que la mayoría de las compañías usa y se apoyan en predecir qué ciudadanos acudirán a las urnas el día de las elecciones.
También destacó el problema más tradicional: el hecho de que los votantes nosiempre dicen a los encuestadores lo que realmente piensan.
Y eso pudo haber sido un factor de las predicciones equivocadas sobre el Brexit, remarcó el experto.
«Los partidarios de Trump podrían haber sido cautelosos al informar de suspreferencias, dada la burla dirigida hacia ellos por algunas élites en los medios de comunicación y en otros lugares», sostuvo.
Gallup, una de las encuestadoras más grandes, simplemente tiró la toalla, anunciando que no iba a predecir el ganador de la elección presidencial de este año, luego de equivocarse la última vez. Optó por concentrarse en investigar los problemas que lo llevaron a fallar.
¿Podrían los «no-votantes» votar?
Más allá de los posibles fallos metodológicos y otras especulaciones, hay algo seguro sobre el referendo de Reino Unido.
Unos 2,8 millones de personas, en torno al 6% del electorado, que no habían votado durante décadas, si alguna vez lo hicieron, se presentaron en las mesas de votación el 23 de junio y casi todas apostaron por abandonar la UE.
«Fue más que suficiente para asegurarnos la derrota», escribió en su libro Craig Oliver, el jefe de la campaña a favor de permanecer en la UE.
«Debimos haber hecho más para entender sus preocupaciones y persuadirlos de por qué dejar la UE sería malo para ellos».
Habían creído a los expertos, dice Oliver, quienes les habían dicho que los que normalmente no votan, tampoco iban a hacerlo en aquella ocasión.
Pero estaban equivocados.
Si este patrón se repite en las elecciones de EE.UU., Trump podría llegar a la Casa Blanca. Especialmente si el 8 de noviembre deja de acudir a las urnas la cantidad de votantes demócratas que dejaron de hacerlo en 2012.
Al igual que la campaña de Clinton, la que apoyaba el permanecer en la Unión Europea hizo énfasis en lo desconocido y sus posibles terribles consecuencias.
Pero no contaron con la ira de las comunidades obreras, que, al parecer, sentían que sus opiniones sobre la inmigración y la globalización habían sido ignoradas durante demasiado tiempo por la que consideraban una élite política egoísta.
Los referendos y las elecciones no son lo mismo
Partidarios del Brexit, al igual que algunos de Trump ahora, estaban convencidos de que el voto sería manipulado por el poder de turno.
Algunos incluso instaron a sus amigos en las redes sociales a llevar bolígrafos a las mesas electorales, en caso de que los servicios de seguridad trataran de borrar las marcas de lápiz en las papeletas de votación.
Sin embargo, los referendos son muy diferentes a las elecciones generales. Cada voto tiene el mismo peso.
Además, el referendo del Brexit también tuvo una participación mucho mayor (72%) de la que se espera para las elecciones para la Casa Blanca, dada la impopularidad de los dos principales candidatos a la presidencia de EE.UU.
Pero hacer predicciones sobre esta jornada electoral es más arriesgada que de costumbre.
«No está ganada»
Nate Silver, del blog FiveThirtyEight, que se hizo famoso al predecir el resultado de los 50 estados en las elecciones de 2012, es más optimista ante las perspectivas de Trump que la mayoría de las empresas que cruzan números.
En una entrada reciente del blog, Silver sugería que la mayoría de las casas de encuestas no había reflejado bien la incertidumbre en sus modelos; esto es, que no han tenido en cuenta la popularidad de otros candidatos y el alto número de indecisos.
El experto dice creer que Clinton será «probablemente» la próxima presidenta de Estados Unidos, pero añade: «Si eres partidario de Trump, no deberías darla perdida, y si lo eres de Clinton, tampoco deberías pensar que está ganada».
Tradicionalmente, cuando los políticos desesperados se enfrentan a la evidencia de su propia impopularidad, tienden a decir que el único resultado que importa es el del día de las elecciones y no el de las encuestas.
fuente:bbcmundo