Rusia volvió a mostrarse hoy en contra de imponer sanciones por el uso de armas químicas en Siria al considerar que las conclusiones de la investigación internacional llevada a cabo no son los suficientemente claras.
“Creemos que no hay pruebas para ninguna gran acción punitiva”, dijo el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, en respuesta a los repetidos llamamientos de países como Francia y el Reino Unido a sancionar a los responsables.
Según expertos de la ONU y de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), el Gobierno sirio está detrás de al menos tres ataques con armas químicas registrados en el país en 2014 y 2015, mientras que el Estado Islámico (EI) también las habría usado al menos una vez.
Sin embargo, para Moscú -el gran aliado del Gobierno sirio- esa investigación tiene “debilidades” y, en algunos casos, ha llegado a “conclusiones incorrectas”, según dijo Churkin a los periodistas.
El embajador ruso, que preside actualmente el Consejo de Seguridad de la ONU, se pronunció así al término de una reunión a puerta cerrada en la que este órgano analizó el último informe del mecanismo de investigación de Naciones Unidas y la OPAQ.
La jefa del equipo de expertos, la argentina Virginia Gamba, defendió por su parte las conclusiones presentadas y la profesionalidad de su trabajo.
“Teníamos un trabajo que hacer y lo hicimos”, dijo Gamba, que recordó que cualquier acción posterior está en manos del Consejo de Seguridad.
Rusia ya había cuestionado el pasado agosto las conclusiones del anterior informe de los expertos, que ya señalaba al régimen y al EI como culpables.
“Si somos responsables, si no estamos buscando otra gran iniciativa para tratar de criticar al régimen sirio (…), tenemos que mirar la situación muy seriamente y ver cómo podemos continuar”, dijo Churkin, que insistió en que su país hace un análisis únicamente “técnico” de la cuestión.
Mientras, Francia y el Reino Unido insistieron hoy en que es necesario imponer sanciones, tal y como se señalaba ya en las resoluciones aprobadas para investigar el uso de armas químicas en Siria.
“No podemos dejar el uso de armas químicas por parte del régimen sirio sin castigar”, dijo el embajador francés, François Delattre, que insistió en que “ser débiles no es una opción”.
Estados Unidos, mientras, no ha sido hasta ahora tan claro como sus socios, pero ha pedido en varias ocasiones que los responsables paguen un precio.
Las dos partes parecen también dividas sobre la conveniencia de prorrogar o no el mandato del mecanismo de investigación de la ONU y la OPAQ.
Mientras países como Francia han pedido extenderlo, Rusia llamó hoy a no precipitarse y dijo que si prolonga el mandato debería centrarse más en las sospechas que pesan sobre grupos terroristas y ampliarse para investigar también en otros países de la región.
Un acuerdo entre Moscú y Washington llevó en 2013 a Siria a aceptar la destrucción de su arsenal químico tras varios supuestos ataques y posteriormente el Consejo de Seguridad aprobó resoluciones para investigar nuevas denuncias.EFE