La disminución del número de hogares pobres alcanzada en años anteriores se ha revertido, volviendo a niveles cercanos a los de hace diez años.
Los resultados de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) del 2015 reflejan que el sector de la población salvadoreña que vive en pobreza es muy similar al de hace diez años.
Durante esa década la situación económica de los hogares salvadoreños no ha tenido una mejora sustancial, pese a los programas impulsados por el Gobierno en los últimos períodos.
Para 2005, había 646,000 hogares en condición de pobreza, que representaban un 35.2% del total de hogares de El Salvador, de acuerdo a la EHPM de ese año, elaborada por la Dirección General de Estadísticas y Censos (Digestyc). Los hogares pobres reportados en 2015 fueron 613,802, es decir que un 34.9% de los hogares salvadoreños presentan condición de pobreza.
En diez años los resultados de los esfuerzos para combatir la pobreza se observan en el sector de la población que vive en pobreza extrema, pasando de un 12.3% de los hogares en 2005 a un 8.1% en 2015. En pobreza extrema están los hogares que no tienen la capacidad económica de poder suplir los gastos de la Canasta Básica Alimentaria (CBA).
Sin embargo, los hogares en pobreza relativa sí han incrementado. En 2005 un 22.8% de los hogares vivía en pobreza relativa, pasando a 26.8% para el año pasado.
La pobreza relativa se refiere a los hogares que no logran cubrir el costo de la CBA ampliada, que es dos veces el valor de la CBA, ya que además de poder adquirir los productos alimentarios básicos incluye el poder pagar otros servicios como agua, energía eléctrica, teléfono.
“La pobreza es un fenómeno muy complejo y hay un núcleo de pobreza extrema que es difícil que baje, pero tampoco puede aumentar”, señala el asesor económico de la Fundación para el Desarrollo (FUNDE), Carlos Pérez.
El especialista considera que, en el caso del núcleo de la pobreza extrema, se ha logrado una reducción a través de los programas sociales del Gobierno, como el pago de la pensión básica universal.
Pero los hogares en pobreza relativa, donde hay un mayor segmento de la población, no son beneficiarios de dichos programas y han sido afectados por el resto de políticas del Gobierno, como la reducción de subsidios y los impuestos, expone Pérez.
Este sector de la población depende del crecimiento económico y, al no ser suficiente, son afectados por el desempleo y subempleo.
Pero al mismo tiempo, los datos de años más recientes también demuestran que los logros para combatir la pobreza extrema están en riesgo.
En 2013 la cantidad de hogares en pobreza extrema se redujo a 118,578, mientras que en pobreza relativa había 374,826.
En cambio, los siguientes dos años se caracterizaron por un incremento consecutivo de todos los tipos de pobreza, llegando a 142,428 hogares en pobreza extrema y 471,374 en pobreza relativa para el 2015.
El economista sostiene que si el crecimiento de la economía del país se mantiene con tasas muy bajas, por debajo del 2%, como ha sido en los últimos años, el nivel de pobreza no va a disminuir.
“Eso lleva directamente a que haya menos empleo y obviamente a que el ingreso de los hogares no vaya acorde con el costo de la vida en el país”, expuso.
EDH