Las bromas (y los dardos) que se lanzaron Hillary Clinton y Donald Trump

La velada estuvo llena de risas un día después de un tenso debate entre ambos.

Menos de 24 horas después de haberse llamado «títere» y «mujer desagradable», Hillary Clinton y Donald Trump se estaban carcajeando y hasta se estrecharon de manos.

El escenario lo permitió. Se trataba de una cena benéfica que se celebra anualmente en Nueva York y a la que se suele invitar a los candidatos presidenciales estadounidenses cada cuatro años.

La aspirante demócrata se rió hasta más no poder con algunas bromas de su rival republicano.

Pero Trump recibió el abucheo general de la sala cuando dijo entre risas que Clinton odiaba a los católicos.

Hillary Clinton y Donald Trump aplaudenImage copyrightAFP
Image caption¿Quién rió de último?

La cena de gala se hace a beneficio de la Fundación Alfred E. Smith y es tradición que los rivales a la Casa Blanca suban al podio durante el evento para hacerse chistes.

El evento de este año era esperado tras una de las campañas más rencorosas de la historia de EE.UU.

Este miércoles en Las Vegas en su último debate antes de la elección el 8 de noviembre, Trump llamó a Clinton «mujer desagradable» y ambos se interrumpieron constantemente.

Inclusive, se rehusaron a estrecharse de manos antes y después del debate.

Pero en la fiesta de Nueva York, hicieron a un lado sus diferencias y se sentaron casi juntos, aunque al cardenal Timothy Dolan le tocó estar en el medio.

Risas, casi siempre

Cuando entraron a la sala para ocupar sus asientos, no se dieron la mano ni se miraron, pero cuando Trump se levantó para dar su discurso le dio dos palmadas en el hombro a la exsecretaria de Estado.

El empresario bromeó diciendo que la audiencia, de unas 1.500 personas, era la más numerosa que había recibido Clinton en su vida.

Hillary Clinton y Donald Trump estrechándose de manosImage copyrightSPENCER PLATT
Image caption¡Se dieron la mano!

Aprovechó también para destacar sus conexiones con Wall Street, al decir que sería inusual que ella estuviese rodeada de tantos líderes corporativos sin cobrar un centavo.

Pero cuando dijo que era tan corrupta que por eso la sacaron de la comisión que investigó el escándalo de Watergate, se escucharon los abucheos.

Y volvieron a surgir cuando, en referencia a los correos electrónicos que han hackeado de su campaña, dijo que «hacía como que no odiaba a los católicos».

Fue una de las pocas ocasiones en las que la exsenadora dejó de reírse de inmediato.

Quizá su mejor línea fue cuando se refirió al discurso plagiado de su esposa Melania, quien pronunció palabras idénticas a la primera dama, Michelle Obama.

Luego Clinton tomó el micrófono para hablar de su «mala fama» como mujer graciosa y de cómo por eso mismo a su equipo le había costado mucho escribir el discurso de esa noche.

Algunos chistes de ella…

«He tenido que escuchar a Donald Trump por tres debates enteros… he estado a su lado por más tiempo que cualquiera de sus jefes de campaña».

«Después de escuchar tu discurso, disfrutaré mucho oír a Mike Pence (el candidato a vicepresidente republicano), negar que alguna vez lo diste».

Y de él…

«Anoche llamé a Hillary «mujer desagradable», pero todo esto es relativo. Después de escuchar a Hillary hablar y hablar y hablar, ya no me cae tan mal Rosie O’Donnell».

«Me dicen que Hillary se fue a confesar antes de este evento, pero el sacerdote tuvo dificultad al preguntarle por sus pecados y que respondiera que no se acordaba 39 veces».

fuente.bbcmundo

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