La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, fue amenazada de muerte por distanciarse de la resolución sobre Jerusalem respaldada por los árabes, dijo este lunes el embajador de Israel ante el Organismo para la Educación, la Ciencia y la Cultura de la ONU.
“Las amenazas fueron hechas después de su crítica de dos resoluciones aproadas la semana pasada por la comisión previo a la votación final,” dijo Hacohen, mientras acusaba a los países árabes de “pésima conducta” en lo que respecta al movimiento.
Bokova se distanció de las resoluciones en un comunicado, diciendo que “en Jerusalem, más que en ninguna otra parte, la herencia y tradiciones judías, cristianas y musulmanas comparten un espacio común.”
La moción, que fue aprobada la semana pasada en París, espera ser ratificada este martes por el Consejo Ejecutivo de la UNESCO.
El lunes se informó que los países árabes miembros de la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de las Naciones Unidas frustraron un esfuerzo israelí para postergar la ratificación de la resolución.
El Canal 10 de Noticias informó que HaCohen intentó presionar para retrasar la decisión, después de convencer a dos países amigos con representación en el consejo de solicitar un aplazamiento a la luz de la controversia que ha causado.
El presidente del Comité Ejecutivo Michael Worbs de Alemania, quien expresó su oposición a la redacción del documento, estaba dispuesto a aplazar la reunión para la ratificación a fin de permitir un nuevo debate y posibles cambios en la redacción de la resolución.
Pero un grupo de países árabes que apoyaron el movimiento presionaron a Worbs, quien finalmente dimitió a su cargo.
Worbs será reemplazado por la embajadora de Suecia Annika Markovic, quien al parecer no apoyará un aplazamiento.
Veinticuatro países votaron a favor de la resolución. Seis votaron en contra (incluyendo EE.UU., Alemania y Gran Bretaña) y otros 26 se abstuvieron.
El viernes Israel informó a Bokova que suspendía su cooperación con la UNESCO debido a la votación, mientras que el ministro de Educación Naftali Bennett llamó al movimiento una negación de la historia que impulsa el terrorismo.
Fuente: The Times of Israel