La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, dijo a la diputada Tzipi Livni que su organización combatirá la deslegitimación de Israel, continuará promoviendo la herencia judía en todo el mundo y luchará contra la negación del Holocausto.
Bokova hizo los comentarios en respuesta a una carta que la legisladora de la Unión Sionista y ex canciller enviada previo a la votación de la UNESCO sobre una resolución que ignora la conexión del judaísmo con los sitios sagrados de Jerusalem.
La resolución del organismo cultural de la ONU, patrocinada por varios países árabes, se refiere al Monte del Templo y el Muro Occidental – los sitios más sagrados del Judaísmo – por sus nombres musulmanes únicamente, y condena a Israel como “la potencia ocupante”. Tras su aprobación por la comisión de la UNESCO el pasado jueves, la resolución aún deberá ser ratificada por su Consejo Ejecutivo el próximo martes.
En su carta inicial enviada en la víspera de la votación, Livni advirtió que la resolución podría provocar conflictos religiosos y violaciones del status quo en los sitios sagrados de Jerusalem.
En su respuesta, que al parecer se produjo tras la aprobación de la moción, Bokova dijo que ella misma reconoce la santidad del Monte del Templo y el Muro Occidental para el pueblo judío, y destacó varias actividades de la UNESCO que pretenden defender la conexión del judaísmo con la tierra de Israel.
“Durante más de 70 años, la UNESCO ha trabajado para preservar la herencia judía a nivel mundial, con el fin de luchar contra el antisemitismo y la negación del Holocausto”, escribió Bokova. “La UNESCO es el único organismo de la ONU que integra programas educativos sobre el Holocausto, con el objetivo de combatir el antisemitismo moderno y la deslegitimación de Israel.”
Bokova mencionó proyectos conjuntos de la UNESCO encaminados a combatir el antisemitismo y la deslegitimación de Israel y preservar los sitios que muestran la conexión del pueblo judío a la tierra de Israel, incluyendo Jerusalem. Entre esos proyectos, dijo, el organismo colabora con el Centro Simon Wiesenthal para Estudios sobre el Holocausto.
El liderazgo israelí reaccionó con ira a la resolución del jueves, en tanto que algunos dirigentes acusaron a la UNESCO de antisemitismo.
Israelíes y los judíos de la diáspora consideran que el movimiento es el último ejemplo del sesgo anti-Israel arraigado en las Naciones Unidas, donde los países árabes y sus partidarios tienen una representación mucho más amplia que la de Israel y sus aliados.
El Presidente del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, Michael Worbs, dijo el viernes que espera postergar la reunión prevista para el martes con el fin de llegar a un consenso sobre la resolución previo a la votación formal. Worbs también se disculpó por la resolución en una entrevista a la televisión israelí transmitida el viernes por la noche.
Por su parte, Bokova expresó su consternación por la moción diciendo que los esfuerzos de negar la historia y el complejo carácter multirreligioso de Jerusalem perjudica a la UNESCO.
“La herencia de Jerusalem es indivisible, y cada una de sus comunidades tiene derecho al reconocimiento explícito de su historia y su conexión con la ciudad”, dijo la directora de la UNESCO en un comunicado.
El ministro de Educación Naftali Bennett dijo en respuesta el viernes que la crítica de Bokova es insuficiente, y debe traducirse en hechos.
“El apoyo moral que la UNESCO proporciona al terrorismo sólo terminará con la cancelación de la escandalosa decisión de ayer, que niega la historia para complacer a los enemigos de Israel. Las palabras son importantes, pero no son un sustituto de las acciones dirigidas por la organización,” señaló Bennett, quien se desempeña como presidente de la Comisión Nacional de Israel para la UNESCO.
No queda claro qué medidas Bokova adoptará la luz de su declaración.
Israel informó este viernes a Bokova que suspendía su cooperación con la UNESCO en respuesta a la votación. Bennett ordenó la suspensión de todas las reuniones con funcionarios de la UNESCO, la participación en foros internacionales y la cooperación profesional hasta nuevo aviso.
Fuente: The Times of Israel