Moscú, Caracas y Ankara refuerzan sus lazos en el Congreso de Energía de Estambul.
Policía militar sobrevolando Estambul. Férreas medidas de seguridad. Son señales de que un encuentro al máximo nivel se está produciendo en la capital del Bósforo. Se trata del XXIII Congreso Mundial de la Energía, que en su sesión inaugural de este lunes reunió a los presidentes de Rusia y Turquía, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan.
La cita fue marco propicio para el tercer encuentro de ambos líderes desde el fallido golpe de Estado turco del pasado 15 de julio. Además, la jornada terminó con la firma de un acuerdo para la creación del «Turkish Stream», un gasoducto que unirá los dos países a través del mar Negro. No obstante, otros líderes también acudieron a la cumbre que ha reforzado el eje Moscú-Ankara. Entre ellos, lo hizo con entusiasmo el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien se esforzó por sumarse a tal alianza.
Antes de su discurso en el foro energético, el líder venezolano mantuvo un encuentro bilateral con su homólogo turco. Nicolás Maduro calificó la reunión con Erdogan como una «extraordinaria jornada de trabajo». «Hemos decidido ampliar las relaciones e inversiones entre nuestros países» añadió. Asimismo, según la delegación venezolana, a partir de diciembre comenzarán los vuelos directos entre Estambul y Caracas.
Precio del petróleo
Maduro, que viajó acompañado por la canciller Delcy Rodríguez, el ministro para la Comunicación e Información, Ernesto Villegas, y el ministro para Petróleo y Minería, Eulogio del Pino, pidió un acuerdo entre los países miembros de la OPEP (Organizaciones de Países Exportadores de Petróleo) y Rusia para congelar la producción de petróleo y estabilizar los precios durante diez años. Putin mostró, poco después, su apoyo a la medida.
«Ojalá el próximo miércoles 12 de octubre los ministros reunidos lleguemos a un acuerdo que muestre que es posible una nueva alianza de productores», dijo Maduro.
Los presidentes ruso y venezolano también mantuvieron su propia reunión bilateral en Estambul, con la que Maduro pretendía reafirmar la cooperación entre ambos países. Admiración por el líder ruso no le falta. Este encuentro se produce poco después de que el viernes pasado el presidente de Venezuela anunciara la creación del premio «Hugo Chávez de la Paz y la Soberanía de los Pueblos» y propusiera al presidente ruso como primer galardonado.
El acercamiento de Venezuela a Turquía viene de la mano de la recuperación de las relaciones entre Moscú y Ankara. Cuando un caza turco derribó en noviembre de 2015 un avión ruso en la frontera con Siria, la tensión entre los países conectados por el mar Negro se disparó a niveles extremos. La prensa chavista tomó partido por Moscú y se hizo eco de todos los rumores y especulaciones que partían de Rusia y acusaban al propio Erdogan de apoyo directo a los terroristas de Daesh.
Hoy todo aquello queda muy lejos y la situación ha dado un giro de 180 grados. De hecho, después de que el presidente turco se disculpara por el derribo del avión de combate los contactos entre Moscú y Ankara se han vuelto muy frecuentes. El acuerdo para la creación del gasoducto Turkish Stream, que se espera que transporte 63.000 millones de metros cúbicos de gas al año de Rusia a Turquía, es solo uno de más de los varios pactos que ambos líderes han prometido.
Erdogan aseguró este lunes que Turquía reforzará «todos los lazos con Rusia en energía, economía y turismo». Además, señaló que la construcción de la central nuclear de Akkuyu, la primera en suelo turco que se lleva a cabo con tecnología rusa, «se debe implementar sin retraso». Ankara y Moscú acercan posturas e intereses al mismo tiempo que las relaciones turcas con Estados Unidos y la Unión Europea se han deteriorado debido al cruce de acusaciones en torno a la autoría del golpe de Estado y a las masivas purgas del Gobierno turco.
Fuente:abc.es