Cartagena, joya colonial en la costa del Caribe será la sede del histórico acuerdo de paz de Colombia

El presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño firmarán el pacto.

Colombia sellará este lunes en la ciudad de Cartagena, joya colonial en la costa del mar Caribe, un histórico acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC para poner fin a una conflagración de más de medio siglo.

El presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), Rodrigo Londoño, más conocido por sus nombres de guerra Timoleón Jiménez y Timochenko, firmarán el pacto alcanzado el 24 de agosto, tras casi cuatro años de negociaciones en Cuba.

«¡Desde aquí abriremos la puerta del mañana! Colombia llena de esperanza está lista para firma de #AcuerdoDePaz y construirá un nuevo país», tuiteó el mandatario horas antes de la ceremonia, prevista a las 17H00 locales (22H00 GMT) en el Patio de Banderas del centro de convenciones de ‘La Heroica’, como se conoce a esta ciudad patrimonio de la humanidad.

Unas 2.500 personas vestidas de blanco según el protocolo, entre ellas numerosos líderes mundiales y 250 víctimas del conflicto, escucharán los discursos de quienes, enemigos durante décadas, lograron lo que parecía imposible: acabar con una violencia fratricida entre guerrillas, paramilitares y agentes del Estado que ha dejado 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados en más de medio siglo.

A la ceremonia, que durará unos 70 minutos y será transmitida en directo por televisión, asistirán 15 jefes de Estado, entre ellos el cubano Raúl Castro, anfitrión de las conversaciones auspiciadas también por Noruega, Venezuela y Chile.

Estarán además el rey emérito español Juan Carlos, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, y numerosos representantes de organismos internacionales.

Colombia «es una luz para el mundo», destacó la canciller María Ángela Holguín al agradecer el apoyo de la comunidad internacional al proceso de paz.

El acuerdo de paz, un texto de 297 páginas que esencialmente busca cambiar «balas por votos», promoviendo el desarme de la guerrilla y su transición a la vida política legal, se firmará con un ‘balígrafo’, un bolígrafo construido con balas del conflicto armado.

«Las balas escribieron nuestro pasado. La educación, nuestro futuro», reza la inscripción del lapicero, una réplica del cual será obsequiado a los ilustres visitantes.

La jornada comenzará a las 08H00 locales (13H00 GMT) con un homenaje a militares y policías por su «esfuerzo en favor de la paz», según la Presidencia.

Al mediodía (17H00 GMT), en la Iglesia de San Pedro Claver en la ciudad amurallada, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano y enviado del papa Francisco a la firma del fin del conflicto con las FARC, oficiará una liturgia con «una oración por la reconciliación de todos los colombianos», que se replicará en todas las iglesias y lugares de culto del país.

Es un «acuerdo muy completo», e implementar lo negociado en reforma agraria, lucha contra el narcotráfico, inclusión de los exguerrilleros en procesos políticos, y aplicación de la justicia transicional, requerirá «mucho liderazgo», estimó el canciller noruego, Borge Brende, en una entrevista con la AFP.

El pacto fue ratificado el viernes pasado por las FARC, nacidas de una sublevación campesina en 1964 y actualmente con unos 7.000 combatientes, tras una inédita conferencia nacional guerrillera autorizada por el Gobierno y abierta a la prensa en El Diamante, un remoto paraje del sur del país.

«Se acabó la guerra, vamos todos a construir la paz», escribió Timochenko en Twitter, citando las conclusiones de la conferencia.

Pero para entrar en vigor, el acuerdo, fuertemente criticado por la oposición liderada por el expresidente Álvaro Uribe, debe ser aprobado en un plebiscito convocado para el 2 de octubre. Las últimas encuestas daban ganador al ‘Sí’.

La paz en Colombia no estará completa, sin embargo, mientras siga activo el Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda guerrilla de Colombia, también alzada contra el Estado desde 1964.

Esta guerrilla guevarista y el Gobierno anunciaron en marzo su intención de instalar una mesa formal de diálogos similar a la de las FARC, que aún no se ha concretado ante la reticencia del grupo armado a abandonar la práctica del secuestro, condición impuesta por Santos para avanzar en las negociaciones.

El domingo el ELN anunció el cese de sus acciones ofensivas en los próximos días para «facilitar la participación» ciudadana en el plebiscito.

AFP

fuente.voanoticias

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