El británico Stewart McPherson está dispuesto a ir hasta los confines de una prisión de máxima seguridad y dejarse guiar por asesinos con tal de cumplir con su misión: hacer el catálogo más completo de plantas carnívoras.
McPherson ha estado fascinado por este tipo de plantas desde que un día, a los 8 años, vio una en un centro de jardines en Reino Unido.
Así empezó su colección, que pasó a ser su pasión y profesión.
Ahora, recorre el mundo para documentar plantas carnívoras en su hábitat.
Para ello ha escalado 300 montañas, descrito formalmente 35 nuevas plantas carnívoras y redescubierto otras que se creían extintas, como la Nepenthes deania que encontró en una prisión de Filipinas.
Muchas especies las ha encontrado en zonas remotas e inaccesibles de, por ejemplo, Malasia, Indonesia y el oeste de Australia.
Algunas de las plantas han sido difíciles de evaluar debido a la inestabilidad del terreno donde están o la dificultad para encontrarlas.
McPherson y su equipo incluso se quedaron sin comidaen un viaje «épico» a la remota montaña de Kalimantan, en el sur de Borneo, donde fueron a la caza de una Nepenthes pilosa, una especie que no se había visto desde 1899.
«En el camino de vuelta tuvimos que comer sapos», recuerda. «Cada noche salíamos con una linterna en busca de unos ojos brillantes que nos sirvieran de desayuno, almuerzo y cena».
La más emocionante de las nuevas especies que ha descubierto es una planta insectívora gigante en el Monte Victoria, Australia que llamó Nepenthes attenboroughii en honor al presentador de la BBC de documentales de la naturaleza David Attenborough.
La planta es tan grande que puedes meter la mano.
No es mucho lo que sabemos sobre cómo hacen estas plantas para atraer animales.
Muchas de ellas albergan pequeños mundos de vidas únicas dentro del recipiente que tienen.
Hay animales que viven dentro de las trampas y descomponen la presa que cae ahí.
Normalmente las plantas carnívoras viven en suelos con pocos nutrientes, por lo que se han tenido que adaptar para capturar y digerir presas animales a fin de obtener nitrógeno y otros nutrientes que necesitan para crecer y sobrevivir.
Incluso hay plantas que pueden capturar a sus presas bajo el agua.
Desafortunadamente, la belleza y rareza de estas plantas las han hecho un objeto deseable.
Las más raras -que con frecuencia crecen en regiones de pocos recursos- se pueden llegar a vender por miles de dólares.
Así que muchas de las especies de plantas carnívoras están en peligro de extinción.
Lo que significa que McPherson y otros botánicos deben ir a contrarreloj para encontrar y describir una especie antes de que desaparezca.
Fotos cortesía de Stewart McPherson.
fuente:bbcmundo