Sofoco y diagnóstico de neumonía ponen en el foco la salud de la candidata demócrata, Hillary Clinton

Clinton saluda a los fotógrafos al salir de la casa de su hija en Nueva York.

Cuando faltan menos de dos meses para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la candidata por el Partido Demócrata, Hillary Clinton, acaba de hacer algo inusual: cancelar una visita de dos días a California, donde tenía previsto participar en reuniones de recaudación de fondos para la campaña.

La anulación del viaje se produce luego de que su médico, la doctora Lisa Bardack, hizo público que Clinton padece de neumonía y que le recomendó guardar reposo.

Se trata de una cuestión que puede tener un impacto político en la campaña que va más allá de la cancelación del viaje a California en plena campaña electoral.

Pese a que fue diagnosticada el viernes, la enfermedad de Clinton fue revelada este domingo después de que ella se retirara antes de su conclusión de un acto en Nueva York en memoria de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre, por no sentirse bien.

Un video publicado en Internet muestra cómo al momento de abandonar el lugar, la candidata demócrata es sujetada por el brazo por una asistente y, luego, parecen fallarle las piernas por lo que es ayudada por dos agentes del servicio secreto a montarse en una camioneta.

El episodio alimenta el debate abierto sobre la salud de Clintondesde hacevarias semanas por varios blogs y medios de comunicación cercanos al Partido Republicano, desde donde se ha señalado que ella enfrenta problemas de salud.

Hillary ClintonImage copyrightREUTERS
Image captionClinton fue apoyada por dos agentes de seguridad para subir a la camioneta.

Esa misma idea fue insinuada por el candidato presidencia republicano, Donald Trump, quien a mediados de agosto afirmó que Clinton carece de la «fuerza física y mental para combatir a Estado Islámico y a los muchos adversarios que enfrentamos».

Tras abandonar la ceremonia del 11-S, Clinton fue llevada al apartamento donde vive su hija en Nueva York.

Más tarde, al salir caminando de allí, Clinton saludó a la prensa que la esperaba a las afueras del edificio. «Me siento genial. Es un día bello en Nueva York», dijo.

De acuerdo con la declaración de Bardack, tras el diagnóstico de la neumonía,Clinton inició un tratamiento con antibióticos y se le recomendó descansar y modificar su agenda.

«Durante las actividades de este mañana, ella tuvo sofocos y se deshidrató. Acabo de examinarla y ahora está nuevamente hidratada y se recupera bien», señaló la médico.

La «conspiración» y las dudas

Ante los cuestionamientos sobre la salud de Clinton, Bardack divulgó el mes pasado una declaración en que afirmaba que la candidata se encontraba «con una salud excelente y en condiciones para ocupar el cargo de presidente de Estados Unidos».

Hillary Clinton junto al alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, participa en la ceremonia de conmemoración del 11-S.Image copyrightREUTERS
Image captionClinton estuvo unos 90 minutos en los actos del 11-S, antes de retirarse.

De acuerdo con la médico, Clinton logró recuperarse plenamente luego de una cirugía a la que se sometió en 2012 por un coágulo sanguíneo.

La campaña de la candidata demócrata ha acusado a sus adversarios de impulsar una «enloquecida conspiración sobre la salud de Clinton».

Sin embargo, el hecho de que Clinton haya informado sobre la neumonía que padece dos días después de ser diagnosticada es un elemento que puede alimentar las dudas sobre su buena salud, así como la idea que impulsan sus adversarios de que no es una persona transparente en quien se puede confiar.

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Análisis de Anthony Zurcher, BBC News, Washington

Cuando era presidente de Estados Unidos George H.W. Bush una vez vomitó sobre un primer ministro de Japón. Su hijo, George W. Bush, se desmayó en la Casa Blanca al ahogarse con un pretzel. El presidente Franklin Roosevelt ocultó sus graves problemas de salud y John F. Kennedy nunca habló sobre sus problemas de espalda.

La diferencia entre esos hombres y Hillary Clinton, sin embargo, es que su episodio de «sofoco» -resultado aparente de una neumonía- ocurre en la recta final de una campaña electoral en la que ella busca convertirse, después de Ronald Reagan, en la persona más vieja en ser electa para un primer mandato como presidente.

Luego, también están las teorías conspirativas sobre su salud, algunas impulsadas por altos partidarios de la campaña de Trump, que se harán más frenéticas. La decisión del equipo de Clinton de revelar su neumonía dos días más tarde, sólo después de sus muy evidentes esfuerzos, indudablemente complica las cosas.

Con 70 años de edad, Donald Trump no está libre de preocupaciones médicas. La única información sobre su salud procede de una nota escrita a las carreras por su médico.

El episodio de este domingo puede mantener a Clinton fuera de la campaña por unos pocos días y desvanecerse. Sin embargo, ahora personas que antes habrían desestimados los rumores sobre su salud estarán vigilando sus actividades de una forma más atenta.

fuente.bbcmundo

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