Hay partidos de fútbol que generan un nivel de expectativa tan elevado que se comienzan a vivir mucho antes del puntapié inicial. Y eso es lo que ocurre con el derbi de Manchester entre United y City.
La rivalidad entre los dos principales clubes de una de las capitales mundiales del fútbol ha tenido muchos capítulos en sus 134 años de historia, pero nunca antes, en ninguno de sus 171 enfrentamientos anteriores, había llamado tanto la atención a nivel internacional como la que está generando el duelo de este sábado.
De hecho, desde que se dio a conocer el calendario de la actual temporada de la Liga Premier en junio, hubo una fecha que resaltó sobre todas las demás, la del 10 de septiembre, día en el que se había programado el derbi de Manchester en el estadio Old Trafford.
Pero está vez el partido no sólo marca un duelo entre ciudadanos y diablos rojos, sino que también servirá de marco para un choque aún mayor, el enfrentamiento entre José Mourinho y Josep Guardiola.
La presencia en los banquillos de quienes son considerados los dos mejores técnicos de fútbol de la última década era el condimento que le faltaba a un derbi que desde hace años contaba con apetitosos ingredientes, pero que nunca terminaba de agradar el paladar de todos los aficionados del mundo.
Ahora su sabor parece estar servido para todos los gustos.
Pep vs. Mou
La rivalidad entre Guardiola y Mourinho alcanzó su máxima tensión entres el 16 de abril y el 3 de mayo de 2011, período en el que se jugaron cuatro clásicos del fútbol entre Barcelona y Real Madrid, incluyendo la final de la Copa del Rey y las semifinales de la Liga de Campeones.
Atrás había quedado tanto la eliminación del conjunto catalán a manos del Inter de Mourinho de la Champions la temporada anterior, como la goleada 5-0 del equipo de Guardiola al Real Madrid en noviembre de 2010.
El prestigio y el año de ambos técnicos, al frente de dos equipos con una rivalidad que trasciende el fútbol, se jugaban en menos de un mes.
Tras empatar 1-1 en el partido por la liga, Mourinho dio la primera estocada al ganar la Copa del Rey con el gol de Cristiano Ronaldo en tiempo suplementario.
Pero después fue el turno para el Barcelona, en el partido de ida de las semifinales de Champions en el Santiago Bernabéu.
En la previa a ese partido Guardiola explotó.
«Mañana saldremos al campo a intentar jugar al fútbol lo mejor posible. En esta sala, él es el puto jefe, el puto amo, es el que más sabe del mundo, yo no quiero competir ni un instante», declaró el técnico catalán.
Dos goles de Lionel Messi, el segundo de gran factura, guiaron al Barcelona a una importante y crucial victoria sobre el Real Madrid, que terminó con un jugador menos, lo que Mourinho no pudo digerir.
«Si digo a la UEFA lo que pienso y siento termina mi carrera hoy. Dejo sólo una pregunta. ¿por qué? Yo no entiendo por qué. No sé si es la publicidad de Unicef, no sé si es el poder de Villar en UEFA o si son muy simpáticos. No sé. Yo no entiendo… ¿por qué?».
La vuelta en el Camp Nou terminó en empate y el balance final de esa temporada terminó en favor para Guardiola, que ganó liga y Champions, frente a la Copa de Mourinho.
Luego llegó la Supercopa de España, que ganó el Barcelona, pero que será recordada por la pelea que hubo sobre el campo y el incidente en el que el entrenador portugués le mete el dedo en el ojo a quien era entonces el asistente de Pep, Tito Vilanova.
La rivalidad continúo por otra temporada, en la que el Real Madrid ganó la Liga y el Barcelona la Copa del Rey, hasta que Guardiola dijo basta.
Baile de millones
Este sábado se reanudará la rivalidad en busca de la supremacía de Manchester y del fútbol inglés.
Mientras que Mourinho fue el elegido para enderezar el rumbo del United, a la deriva desde que Alex Ferguson puso fin a su exitosa era en 2012, Guardiola aterrizó en el City con el reto de transformar al conjunto ciudadano en el dominador de la Premier y en uno de los grandes del fútbol europeo.
Y para que ambos pudieran llevar adelante sus proyectos contaron con muchos millones de dólares.
El Manchester City gastó unos US$240 millones y el Manchester United unos US$210 millones. A esto hay que sumar el acumulado que han invertido ambos equipos en los últimos años.
Entre los dos han gastado más de US$1.000 millones entre 2012 y el año pasado (US$540 millones el City y US$557 millones el United).
Este dinero ha servido para que este sábado salten al terreno de juego dos equipos con alineaciones integradas en su totalidad por futbolistas que son internacionales con sus selecciones.
Incluido el jugador más caro en la historia del fútbol, Paul Pogba, por quien el Manchester United pagó cerca de US$120 millones.
Junto al francés llegaron este año Zlatan Ibrahimovic, Henrikh Mkhitaryan y EricBailly, quien se juntaron a los David de Gea, Juan Mata, Anthony Martial y el mismo Wayne Rooney.
Enfrente podrán estar las nuevas caras del City -el chileno Claudio Bravo, el inglés John Stones o los alemanes Leroy Sané y İlkay Gundogan– o las ya más conocidas como David Silva, Raheem Sterling o Kevin de Bruyne.
El único que es seguro que no estará será el argentino Sergio Agüero, quien cumplirá el primero de los tres partidos que recibió de suspensión por un codazo en el último partido de la Premier.
Es verdad que no será una final y se trata tan sólo de la cuarta fecha de una liga que acaba de comenzar, pero en Manchester se vive desde este sábado una batalla que seguramente irá creciendo con el paso de los años.
Lo único es que nadie se quiere perder quien conecta el golpe inicial.
fuente:bbcmundo