El problema del dopaje fue uno de los asuntos que más ruido hizo antes del inicio de los Juegos Olímpicos de Río 2016, sobre todo en lo que respecta al equipo de Rusia.
Aunque, si nos atenemos a la definición de la Real Academia Española, dopaje es «la administración de sustancias estimulantes para potenciar el rendimiento del organismo con fines competitivos».
Es decir, en sentido estricto, el dopaje puede ser legal o ilegal.
Y este último implica, fundamentalmente, el uso de sustancias prohibidas incluidas en la lista de la Agencia Mundial Antidopaje, la AMA.
Ese fue, por ejemplo, el caso de la tenista rusa Maria Sharapova que llevaba años tomando meldonium, un fármaco que la AMA incluyó en su lista negra a partir de enero de este año.
El meldonium, que es usado para tratar enfermedades coronarias, incrementa el flujo sanguíneo y así la resistencia y la habilidad de recuperación tras el esfuerzo físico, por lo que beneficia el rendimiento.
Y la tenista, que no pudo participar en Río 2016, reconoció que consumía esa sustancia desde 2006 pero aseguró no haber revisado la lista actualizada que la AMA le había mandado en diciembre.
La agencia suspendió a Sharapova y no podrá jugar al tenis profesionalmente por dos años.
Pero, ¿qué sucede con las sustancias estimulantes que no están en ese listado?
Dopaje legal
Algunas, como la cafeína, ya no son prohibidas por la AMA porque no cumplen con sus tres criterios necesarios para asegurarse un lugar en su lista: mejorar el desempeño competitivo, violar el espíritu deportivo y representar un riesgo para la salud de los atletas.
Pero hay otras sustancias todavía no prohibidas, que mejoran el rendimiento de los deportistas y se consiguen bajo prescripción médica, listadas por el «programa de seguimiento 2016» de la agencia antidopaje
La agencia señala que controla estas sustancias «con el objeto de detectar pautas de abuso en el deporte».
Una de esas sustancias es el telmisartán, cuyas propiedades impiden que los vasos sanguíneos se angosten, lo que hace que la presión arterial baje y mejore el flujo sanguíneo.
«Esto significa que si un sujeto no hipertenso la consumiese podría tener incluso efectos negativos tanto en su rendimiento como en su salud, aunque por supuesto dependería de la dosis», sostiene Fabián Sanchís-Gomar, médico investigador del Hospital 12 de Octubre de Madrid, quien realizó una investigación con la droga.
«A lo largo de este año se está haciendo un seguimiento por parte de las autoridades antidopaje para evaluar si dicha sustancia se está utilizando por los deportistas y si por ende se debería incluir en la lista de sustancias prohibidas en el deporte (como se ha hecho con el meldonium o mildronate)», le dijo Sanchís-Gomar a BBC Mundo.
Otra de las sustancias incluidas en el listado de seguimiento bajo la categoría de estimulantes, pero que no están prohibidas, es el bupropión, que es unantidepresivo prescripto también para tratar el trastorno afectivo temporal (SAD, por sus siglas en inglés), y para ayudar a las personas a dejar de fumar.
Y la fenilefrina, fenilpropanolamina, nicotina, pipradrol y sinefrina también forman parte del listado de observación de la AMA, aunque aún siguen siendo legales para los deportistas.
Entre los narcóticos observados pero no prohibidos están además la mitraginina y tramadol.
Según el Consorcio Internacional de Políticas sobre Drogas (IDPC, por sus siglas en inglés), la mitraginina se consume, por ejemplo, para mejorar la tolerancia a duros entrenamientos.
Y el tramadol es un analgésico autorizado que actúa sobre el sistema nervioso central y hace que el dolor sea más soportable en los deportes de alta exigencia. Sin embargo, uno de los efectos secundarios sería la pérdida de la concentración.
Por último, los glucocorticoides son otros de los puntos en observación por la AMA.
Son hormonas esteroides producidas naturalmente o compuestos sintéticos que inhiben el proceso de inflamación.
Según señala la Universidad Técnica de Múnich, Alemania, se usa glucocorticoides en el deporte por sus efectos analgésicos y sobre las vías respiratorias.
Las vías respiratorias abiertas y la disminución del umbral del dolor permiten a los atletas un entrenamiento mejor y más rendimiento deportivo.
¿Carrera paralela?
Estas drogas que se consiguen con prescripción médica, sin embargo, no serían las únicascapaces de mejorar el desempeño de los deportistas.
«En los últimos años, hay más y más medicamentos que podría mejorar el rendimiento» de los atletas, le dijo a la radio NPR Olivier de Hon, gerente de asuntos científicos de la Autoridad Antidopaje en los Países Bajos.
Pero advierte que si una droga tiene esas cualidades podría demorarse años en evaluar si ese es un potencial medicamento utilizado para dopaje.
Y aunque según de Hon la solución al doping no pasa por prohibir una larga lista de drogas, una pregunta queda.
¿Será el uso de determinadas sustancias una ‘carrera paralela’ entre los atletas y los controladores para ver quién gana la competencia?
Fuente:bbcmundo