Después de pasar cinco meses en Panamá, solo US$200 separan a Ronald Benavides de lograr su sueño: llegar a Estados Unidos.
Benavides, de 26 años, es uno de los 4.000 cubanos que ahora tienen la posibilidad de llegar hasta Ciudad Juárez, en la frontera de México con Estados Unidos, gracias a la habilitación de vuelos directos desde Panamá.
Desde allí, como han hecho miles de sus compatriotas durante los últimos años, sólo le resta presentarse ante las autoridades migratorias estadounidenses y pedir acogerse a la Ley de Ajuste Cubano, que concede derecho de residencia y ayuda econmómica a los cubanos que llegan a territorio estadounidense.
El viaje cuesta US$835, que debe ser costeado por cada individuo y Benavides ya agotó los US$500 con que llegó al campamento de refugiados cubanos improvisado en el Hotel Milenium, en la frontera de Panamá con Costa Rica.
«Si Dios me ayuda, voy a pisar tierra americana, y aunque llegue sin un peso, sé que voy con mente positiva después de todo lo que he luchado y el trabajo que he pasado y sé que podré salir adelante»
El gobierno de Estados Unidos no corre con los gastos de transporte de los cubanos en Panamá y no planea hacerlo en el futuro, dijo el Departamento de Estado a BBC Mundo.
Una odisea por el continente americano
Benavides, como otros cubanos, salió de la isla en busca de un futuro mejor.
Tras una breve estancia en Brasil cruzó Guyana, Perú, Ecuador y Colombia hasta llegar a Panamá.
Es una odisea que han hecho miles de cubanos -familias con niños, ancianos y hasta embarazadas-, arriesgando sus vidas y sus escasas pertenencias.
Su plan era seguir hasta México, pero tras la crisis migratoria provocada a fines de 2015 por la negativa de Nicaragua a dejar pasar a los cubanos, miles se fueron concentrando en Costa Rica.
Después de que ese país los evacuó mediante un puente aéreo hasta México cerró sus fronteras a otros inmigantes cubanos. Miles en travesía desde Sudamérica se quedaron varados en Panamá.
Benavides fue uno de ellos.
No tiene familia cercana en Estados Unidos, y ni siquiera sabe dónde podrá residir cuando llegue a su destino soñado.
Inmigrantes como él dependen de la ayuda del gobierno estadounidense para poder insertarse en la sociedad.
Cuando concluya el primer semestre de 2015, Estados Unidos habrá asimilado a 12.000 inmigrantes cubanos: 8.000 desde Costa Rica y los 4.000 que se encaminan desde Panamá.
¿Cómo es posible tan rápida inserción de un grupo de extranjeros?
El costo de un refugiado cubano
La ayuda establecida por las autoridades federales para casos como el suyo es generosa si se compara con otros grupos inmigrantes, salvo los haitianos.
Tanto es así, que no faltan las voces de protesta contra lo que muchos consideran privilegios para los cubanos han aumentado en los últimos años.
Al llegar a Estados Unidos, los cubanos tienen derecho a acceder a varios programas de ayuda del gobierno para refugiados cubanos y haitianos.
La ayuda es desembolsada a través del Departamento de Niños y Familias y la oficina del Seguro Social (SSA).
Estas son:
- US$194 mensuales durante tres meses, renovable a seis
- US$170 mensuales en sellos de alimentos durante tres meses, renovable a seis
- US$6.500 aproximadamente por seguro médico y dental entre 6-10 meses para adultos
Un cálculo aproximado por individuo, basado estrictamente en esas cifras, arrojaría US$34.736.000 durante un año por los 4.000 cubanos que se espera lleguen a Estados Unidos desde Panamá.
Además, los menores tienen derecho al programa de ayuda médica para personas de bajos ingresos, Medicaid, hasta que alcancen los 19 años.
Las personas mayores de 65 años pueden acceder además a $730 de Ayuda Suplementaria (SSI) tras obtener la residencia legal. Los beneficios cubren los primeros siete años de estar en el país.
Si tienen cobertura de Medicaid basado en su SSI, su Medicaid debe continuar mientras reciba esa ayuda.
Sumando estas cantidades, la cifra pudiera ser muy superior al estimado de US$34,7 millones para este grupo de 4.000 emigrados.
Voces en contra
En septiembre de 2015, el diario The Sun Sentinel del sur de Florida publicó una investigación denunciando que los inmigrantes cubanos «están sacando provecho del sistema de ayudas de EE.UU. y regresan a la isla, burlando la premisa de década de antigüedad de que son refugiados que huyen de la persecución en su país».
«Algunos se quedan durante meses a la vez y el gobierno de EE.UU. sigue pagando» durante su estancia allí.
Por concepto de ayudas, los inmigrantes cubanos recibieron US$680 millones de dólares en 2014, de acuerdo con cálculos del periódico.
Tomando como base la investigación periodística, en abril el senador cubanoestadounidense Marco Rubio presentó una enmienda a un proyecto de ley ante el Senado para frenar el otorgamiento automático de beneficios a los inmigrantes cubanos. Sin embargo, la iniciativa no salió adelante.
Un proyecto similar fue promovido por el diputado cubanoestadounidense Carlos Curbelo en la Cámara de Representantes.
Pero no es la única propuesta legislativa que llega ante el Congreso con el mismo objetivo.
También en abril, una legislación bipartista presentada por los congresistas de Texas Blake Farenthold, republicano, y Henry Cuellar, demócrata, busca poner fin a los beneficios automáticos para cubanos, abogando por eliminar la Ley de Ajuste Cubano, vigente desde 1966.
Y en octubre del año pasado, Paul Gosar, un republicano de Arizona, presentó una medida similar.
Éxodo
Durante el año fiscal 2015, que concluyó el pasado 1 de octubre, 43.159 cubanos arribaron por puntos fronterizos terrestres a Estados Unidos, de ellos 30.990 por México, según cifras compiladas por la oficina de Aduanas y Protección de Fronteras.
Otros 716 llegaron a territorio estadounidense por vía marítima y se consideran elegibles para beneficios de residencia legal.
Desde entonces, en el nuevo año fiscal 2016, los datos de octubre a febrero indican que 27.088 entraron por puntos fronterizos, cifra que incluye parte de los8.000 cubanos que provocaron la crisis migratoria en Costa Rica desde el pasado 15 de noviembre.
Las cifras muestran que el anuncio del restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, el 17 de diciembre de 2014, no ha frenado el éxodo de cubanos.
Desde entonces, al contrario, las estadísticas demuestran que ha crecido.
El fenómeno se produce en buena medida por el temor de los cubanos a que el acercamiento lleve a la eliminación de la Ley de Ajuste y los diferentes reglamentos que benefician a los cubanos que intentan establecerse en Estados Unidos.
Eso, a pesar de que el gobierno de Barack Obama ha negado reiteradamente que esté entre sus planes impulsar ningún cambio en su política ni recorte a esos beneficios.
Sin embargo, persiste la incógnita sobre qué hará con la legislación el inquilino que llegue a la Casa Blanca en noviembre.
fuente:bbcmundo