Preservan bloque de bosque continuo más extenso de Mesoamérica con el apoyo del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos.
Proteger a los jaguares, frenar la deforestación e impulsar proyectos sostenibles en Centroamérica son sólo algunas de las áreas a las que se dedica el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU. (USFWS por sus siglas en inglés).
Para ello, destina financiamiento a programas como el que tienen en uno de los bosques más extensos de Mesoamérica, donde además ayudan a mejorar la calidad de vida de las comunidades guatemaltecas.
La oficial del programa de América Central, Ani Cuevas, explicó a la Voz de América, los mecanismos que emplea la agencia estadounidense para apoyar la conservación en Centroamérica.
“En primer lugar es a través de pequeñas subvenciones de conservación y en segundo lugar, a través de asociaciones. Por ejemplo, tenemos un acuerdo con la Sociedad de Conservación de Vida Silvestre (WCS por sus siglas en inglés) por $100 mil dólares anuales, durante cinco años”, indicó Ani Cuevas.
Con ese monto, que es igualado por otras partes, se promueve la cooperación bilateral técnica, la creación de foros de diálogo y la integración de asociaciones con otras partes concernientes.
Asociación Balam, por su parte, recibió una subvención de $50,000 dólares en 2015 para promover alianzas estratégicas multisectoriales en Petén.
“Los apoyamos para que trabajen con las comunidades locales y también trabajamos con Amigos para la Conservación y el Desarrollo con el objetivo de aumentar los esfuerzos de implementación de la ley en Belice”, comenta Cuevas.
La importancia del proyecto, añade la experta ambiental, es que hay guatemaltecos que cruzan la frontera para extraer madera o traficar vida silvestre. La razón es que alrededor del 80% del bosque en el área guatemalteca ya ha sido degradado.
Todos los proyectos que financia USFWS son aprobados por el gobierno guatemalteco y supervisados por el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP). Pero, según Ani Cuevas, el énfasis se pone en que sean los expertos locales, quienes los implementen.
“La conservación puede ser un proceso a largo tiempo y para que existan beneficios duraderos se necesita que la comunidad tenga un involucramiento profundo y que exista confianza”, subrayó Cuevas.
La Reserva de la Biósfera Maya cubre la quinta parte del territorio de Guatemala, y según CONAP fue creada hace más de 25 años para resguardar el patrimonio natural y cultural de la zona.
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La Voz de América visitará en los próximos días los proyectos que se implementan en ese pulmón maya y tendrá una cobertura completa.
fuente:voanoticias