Después de volverse empresarios, políticos y distribuidores de alimentos, los militares venezolanos ahora también podrán ser petroleros y mineros.
Eso después de que el presidente, Nicolás Maduro, decretara este mes la creación de la Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas, Camimpeg.
La empresa, dice el decreto, se encargará de «todo lo relativo a las actividades licitas de servicios petroleros, de gas y explotación minera en general, sin que esto implique limitación alguna».
El decreto le da vía libre a los militares de crear una empresa pública –pero con apoyo privado– que explore y explote yacimientos de petróleo, tal como hace la estatal Petróleo de Venezuela (PDVSA).
Y lo mismo en gas y minería, industrias de enorme potencial.
Voceros del gobierno han dicho que «más que empresa paralela a PDVSA, es una empresa al servicio de PDVSA«.
Pero eso no ha evitado las críticas de especialistas opositores, que ven aCamimpeg como una nueva estrategia del gobierno, entre otras, para ganar lealtad en el sector castrense.
La Asamblea Nacional, controlada por la oposición, interpeló al ministro de Defensa, Vladimir Padrino, para avanzar en sus investigaciones sobre la empresa,de la que la bancada opositora manifestó «preocupación».
Pero la visita del ministro al Parlamento aún no se ha dado, y la oposición no ha emitido una opinión tajante.
Un momento crucial
La creación de la empresa se da en un momento crucial en varios sentidos.
Venezuela pasa por una crisis económica sin precedentes –recesión, inflación disparada y escasez de productos básicos– que se agudizó por la caída del precio del petróleo hace poco más de un año.
Un 95% de las divisas que ingresa el país vienen del petróleo, según cifras fiscales, por lo que el gobierno ha decidido –así sus críticos digan que es tarde– impulsar la diversificación la economía para generar ingresos por otros rubros.
Y uno de esos puede ser la minería, puesto que Venezuela posee unas de las reservas de bauxita (del que se obtiene el aluminio), oro y diamantes más grandes del mundo.
Hace también un par de semanas, Maduro firmó una serie de acuerdos con 150 empresas chinas para desarrollar la explotación minera en el sureste del país, que en la actualidad tiene un fuerte problema con la minería ilegal.
Al tiempo que todo esto, también han aumentado los temores entre los tenedores de bonos venezolanos –tanto de PDVSA como de la República– de que el país puede entrar en cesación de pagos por la caída de sus ingresos.
¿Para proteger las reservas?
En ese sentido, algunos han manifestado que Camimpeg puede ser usada para proteger o resguardar los activos de PDVSA en caso de que caiga en default.
PDVSA ha perdido varias demandas en tribunales internacionales con multinacionales que salieron de Venezuela luego de procesos de expropiación y aún hay algunas por definirse, entre ellas una por US$30.000 millones contra la petrolera estadounidense ConocoPhillips.
La seguridad parece ser un aspecto principal de la naciente empresa.
«Los servicios de Camimpeg son muy amplios (…). La parte de seguridad va a estar asociada porque la empresa es de la fuerza armada», le dijo a la agencia Reuters el viceministro de Defensa, Alexander Hernández.
Y Fernando Travieso, un experto petrolero de línea oficialista, coincide: «En medio de una guerra a nivel mundial por las reservas de petróleo, siendo que Venezuela tiene las más grandes, es fundamental desarrollar mecanismos para resguardar la soberanía«.
«Mira lo que está pasando en Bolívar», le dice Travieso a BBC Mundo en referencia a la reciente muerte de más de 20 mineros en lo que se reportó como una masacre.
«Allá hay presencia de grupos paramilitares y se necesita protección de una empresa militar en un área conflictiva», opina.
Presupuesto militar
Con una inflación anual del 180% según cifras oficiales, el presupuesto asignado al Ministerio de la Defensa aumentará 158% este año, dejando de ser una de las carteras de mayor capacidad financiera (pasa a ser la octava).
Sin embargo, es difícil saber cuánto exactamente aumenta cada año el presupuesto general para los militares, porque éste se reparte en decenas de instituciones, algunas de ellas de presupuesto discrecional.
Solo para inteligencia militar –que no solo depende del ministerio de Defensa– se espera que el gobierno gaste este año 232% más de lo que en teoría desembolsó en 2015, un año en el que el gasto real superó al presupuestado en un 119%, según cifras oficiales.
«No será una petrolera»
A pesar de que el decreto que publicó Maduro le da un amplio margen a Camimpeg para desenvolverse en varios campos, expertos militares y petroleros dicen que aún falta ver el acta constitutiva y los miembros de la junta directiva para tener claro qué es exactamente lo que va a hacer.
Un exingeniero de alto nivel de PDVSA, que pidió no revelar su nombre, dijo a BBC Mundo que «jurídicamente pueden hacer lo que quieran, pero técnicamente es imposible, al menos al mediando plazo, que la empresa se dedique a explorar y explotar yacimientos».
Varios expertos coincidieron, pues argumentan que para ser una petrolera se necesita de capacidad técnica e intelectual que toma años desarrollar.
«De PDVSA no van a sacar esa estructura técnica; tampoco la van a poder traer del exterior ni sacar la de la academia», dijo el ingeniero. Y añadió: «Aunque administrar contratos claro que lo pueden hacer«.
PDVSA no es la única petrolera que hay en Venezuela: hay más de 40, entre las que se destacan Petromonagas, Petropiar y Petro San Félix, que son compañías mixtas.
Pero si no es una petrolera, Camimpeg sí puede ser –como le dijo el viceministro Hernández a Reuters– una empresa que, como muchas otras, le preste servicios a PDVSA de distribución, tratamiento de materia prima, preparación del área de explotación, apoyo logístico, extracción de minerales o transporte de valores.
¿En busca de lealtad?
Para Rocío San Miguel –presidenta de Control Ciudadano, una ONG que vigila la seguridad y la defensa– la creación de Camimpeg es una muestra de que «los militares están exigiendo cada vez más espacios«.
San Miguel cita ejemplos como el Banco de la Fuerza Armada Nacional, el canal de televisión Tvfanb, 11 empresas que crearon para militares dedicadas a diferentes sectores y el hecho de que generales, mayores y tenientes presidan el 32% de los ministerios.
«Camimpeg es un incentivo más a la lealtad con el gobierno de Maduro»,
Una queja similar emite Raúl Salazar, el primer ministro de Defensa del gobierno de Hugo Chávez y hoy general retirado: «Una cosa es que los militares cooperen, pero otra es que estén encargados del desarrollo nacional, cuando su labor es defender«.
«Todas estas empresas de militares no buscan darles más poder, sino distraerlos de su función principal, que es defender a la nación»,
«Acá lo que vemos es que el gobierno no quiere que las Fuerzas Armadas cumplan su función«, asegura.
Las funciones de los militares venezolanos, en todo caso, se siguen al menos diversificando.
fuente:bbcmundo