El animal que tiene más crías (y no es el conejo)

Entre los mamíferos, los conejos son famosos por su capacidad para reproducirse siendo considerados desde la antigüedad como símbolos de fertilidad.

Esa reputación se la ganaron por un par de adaptaciones: ya son sexualmente activos a los tres o cuatro meses y las hembras pueden volver a quedar preñadas apenas dan a luz.

Eso significa que, durante el período de celo, pueden tener múltiples camadas de hasta siete crías.

Pero esa temporada de celo es realmente clave. En Europa los conejos solo se reproducen en primavera y verano, lo que limita el número de crías.

Sin embargo, en partes de Australia y Nueva Zelanda, países donde los conejos europeos fueron introducidos, se pueden reproducir durante todo el año, llegando a tener hasta siete camadas.

Como no es de extrañar, en esos países los conejos son considerados como pestes.

De hecho, el estatus de plaga está muchas veces ligado a los hábitos de reproducción y puede ser un punto de partida útil para identificar a los animales más fecundos del mundo.

Por ejemplo, Australia también sufre una inmensa cantidad de plagas de ratones.

Ratón
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Image captionLos animales se vuelven «plaga» cuando son capaces de reproducirse en masa, como los ratones.

Al tener comida abundante y las condiciones ambientales adecuadas, las hembras pueden tener una camada promedio de seis crías cada mes y esos descendientes, a su vez, pueden comenzar a reproducirse al mes siguiente de nacer.

Y su densidad puede alcanzar los 2.700 ratones por hectárea en los graneros.

Decoloración del coral

Si esos números no son suficientemente extremos para ti, entonces piensa en el «mayor espectáculo sexual del planeta».

Cada primavera la Gran Barrera de Coral hace que las mareas se vuelvan rosadas en un desove masivo.

En vez de aparearse físicamente, los corales sincronizan la liberación de su esperma y huevos para aumentar las posibilidades de fecundación a lo largo de la extensión completa de un coral.

«Creo que nadie ha intentado realmente contar cuántos huevos produce un solo individuo», dice la Dra. Mary Hagedorn del Instituto de Biología de la Conservación Smithsonian (SCBI, por sus siglas en inglés).

«La mayoría de las personas lo describen como un gigantesco número de huevos producidos durante un desove y eso podría significar muchos millones producido por un solo coral».

Puede que millones de huevos suenen como mucho, pero el tiempo está en contra de los corales.

Coral
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Image captionLa estrategia reproductiva del coral puede parecer un alarde de virilidad, pero en realidad es arriesgada.

«Tienen algunos de los patrones reproductivos más restringidos en el reino animal», dice Hagedorn. «La mayoría solo produce gametos masculinos y femeninos durante dos días por año».

Y, además, la mayoría de crías muere.

«Aunque los corales producen un número gigantesco, el resultado es más o menos el mismo que para otros grupos de animales: uno o posiblemente dos de las crías llegan a la madurez», apunta Hagedorn.

Lo que a primera vista parece ser una muestra de gran virilidad es, en realidad, una estrategia arriesgada.

Hagedorn advierte que la decoloración, que causa estrés sobre los corales y sus simbióticas algas, tiene un dramático impacto sobre futuras generaciones.

«Cabezas nadadoras»

En otro logar del océano nada un gigante que era previamente reconocido por el libro de récords como el animal vertebrado más fecundo: el Pez Luna.

Su nombre en latín, «Mola mola«, significa «piedra de molino» y parece apropiado. Estos peces grises redondos pueden medir tres metros de ancho y pesar hasta dos toneladas.

Cariñosamente conocidos como «cabezas nadadoras», debido a su gran tamaño y relativamente pequeñas aletas, se les suele encontrar disfrutando de la luz del sol cerca de la superficie del océano.

El Pez Luna es campeón en poner huevos.

Las hembras pueden soltar hasta 300 millones en el agua en una sola puesta. Se cree que en aguas japonesas desovan de agosto a octubre, lo que sugiere que lo hacen múltiplemente.

Pez Luna
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Image captionSi todas las crías de este pez sobrevivieran, los océanos estarían inundados.

«Los grandes peces luna maduros, viven de manera solitaria mar adentro, donde encontrar pareja es todo un reto, por lo que la producción en gran escala de huevos dispersados puede incrementar las probabilidades de fecundación por diferentes machos», afirma el Dr. Davis Sims de la Asociación de Marina Biológica de Plymouth, en el Reino Unido.

Al igual que los corales, solo unos pocos huevos se desarrollarán hasta la adultez. De lo contrario, los océanos del mundo estarían llenos de una masa de peces luna aleteando, sin espacio para mucho más.

«Creemos que producen tantos porque las posibilidades de fecundación y posterior supervivencia de la larva son tan bajas» dice Sims.

«Campeones» insectos

Pero si queremos encontrar unas tasas de reproducción realmente impactantes es necesario mirar animales más pequeños, específicamente insectos.

El pulgón del repollo tiene reputación de ser una plaga prolífica.

En primavera las hembras producen entre 5 a 10 copias genéticas de sí mismas cada día. Se trata de algo que sigue hasta el verano cuando les salen alas a las hijas que, a su vez, ayudarán a extender la reproducción de la familia.

Bajo el microscopio, una hembra recién nacida en el verano ya contiene el embrión de la próxima generación, como si fuese una diminuta muñeca rusa.

Hormiga
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Image captionAlgunas especies de hormigas no tienen competencia a la hora de reproducirse a lo grande.

En otoño, las hembras finalmente producen machos, lo que permite el apareamiento y un saludable recambio de genes

«Individualmente, los pulgones no se destacan en este asunto, pues apenas producen alrededor de 50 crías. Muchos insectos producen muchos más», sostiene el Dr. Richard Harrington, jefe del Rothamsted Insect Survey en Reino Unido.

«Sin embargo, combina eso con el corto tiempo de gestación -una semana y hasta menos en las condiciones adecuadas- y bien podría considerárseles como los campeones reproductores entre los insectos«.

En condiciones perfectas, Harrington ha calculado que un solo pulgón puede desovar en un año tantos descendientes que cubrirían la tierra bajo una capa de pulgones de 149 kms de profundidad.

En realidad, la mortalidad es muy alta en estos insectos pues son presa de las mariquitas, crisopas y un gran número de aves.

Reinas de la fecundación

Sin embargo, hay algunos insectos que pasan toda su vida reproduciéndose.

Las reinas de las colonias de hormigas tienen obreros que les hacen todo y podrían ser las más exitosas entre las reproductoras.

A la cabeza de la colonia de las hormigas guerreras de africa hay un monarca que puede producir un estimado de 3 a 4 millones de huevos al mes. Ese podría ser un récord.

«Sin embargo es importante destacar que, aunque son las que más producen por reina, muchas otras especies no se limitan a una sola reina y, por lo tanto, pueden lograr incluso niveles más altos de fecundidad», dice Thomas O’Shea-Wheller de la Universidad de Bristol in el Reino Unido.

Por ejemplo, las hormigas argentinas viven en colonias «polígamas» con miles de reinas, lo que significa que su población es verdaderamente espectacular.

La mayor de estas mega-colonias se extiende por 6.000 kilómetros a lo largo de la costa mediterránea. Y, como el ratón de las Antípodas, son considerados plagas.

En un curioso giro de la historia, en su nativa España los conejos europeos son considerados como una especie «casi amenazada» debido a las enfermedades, pérdida de hábitat y la presión de los cazadores.

Quizás deberíamos cambiar el dicho a «reproducirse como hormigas».

fuente:bbcmundo

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