Anders Behring Breivik, el noruego que mató mató a 77 personas, ahora está denunciando a su país por «violación de los derechos humanos» luego de que las autoridades lo mantuvieran retenido en una celda de aislamiento.
Breivik es el responsable del tiroteo que el 22 de julio de 2011 dejó al menos 77 personas muertas en un campamento estudiantil en la isla de Utoya, en el sur de Noruega.
Ese mismo día también había detonado varios explosivos en el centro de Oslo, la capital del país.
Fue capturado pocas horas después del ataque y en 2012 recibió una sentencia a 21 años de cárcel.
Pero el condenado afirma que sus condiciones de reclusión son comparables con la «tortura».
La denuncia la hizo este martes ante una corte ubicada en el gimnasio de la cárcel donde está alojado.
Al presentarse a la audiencia, en la que fue su primera aparición en público luego de su condena, el reo hizo un saludo «nazi» con su mano derecha dirigida a los policías.
Breivik acusa al gobierno de violar dos cláusulas de la Convención Europea de los Derechos Humanos.
Una de las cláusulas es la que garantiza el respeto por «una vida privada y de familia». También, de acuerdo a su representante legal, le están privando de acceder a su «correspondencia».
Las autoridades noruegas afirman en que está siendo tratado adecuadamente
Estresado
Según la denuncia, las restricciones de su arresto hacen parte de un castigo «inhumano y trato degradante».
Su abogado, Oystein Storrvik, le dijo a la agencia de noticias AFP que Breivik ha estado «muy estresado por estar en condición de aislamiento» en la prisión de Skien, ubicada a 100 kilómetros de Oslo.
«Una de las principales cosas que se hacen en la prisión es estudiar y él ha dejado de hacerlo. Yo siento que esta medida de aislamiento va a ser negativa para su salud mental», dijo.
El gobierno, por su parte, señaló que la correspondencia de Breivik ha sido revisada y censurada para evitar que siga construyendo una «red extremista».
El fiscal general de Noruega insistió en que las condiciones en que se encuentra el condenado son «buenas dentro de los límites permitidos en la Convención de Derechos Humanos».
En el gimnasio
La audiencia está prevista a continuar hasta el viernes y se espera que Breivik hable el miércoles.
Si la corte halla que las condiciones en la prisión son tan estrictas que le causan daño y violan sus derechos humanos, podría ordenar que se flexibilicen las restricciones.
En septiembre pasado, el reo había amenazado con una huelga de hambre en protesta por el trato dentro de la cárcel.
Su celda en Skien tiene televisión y una computadora, pero no acceso a internet.
El café frío
En una carta enviada a los medios en Noruega y Suecia, él dijo que es mantenido en un «casi total» asilamiento y que sólo le permiten salir de su celda una hora al día.
Y añadió que las «difíciles condiciones» en la prisión lo obligaron abandonar un curso de ciencia política que cursaba a través del programa de la Universidad de Oslo.
Pero no ha sido su única queja: antes de ser trasladado a la prisión de Skien, Breivik estuvo detenido en el centro penitenciario de Ila.
Allí también denunció las «inhumanas» condiciones en las que se encontraba retenido.
En una carta a las autoridades, el hombre se quejaba de que su habitación estaba pobremente decorada y no tenía vista.
Además de que el café que le servían siempre estaba frío y no tenía «suficiente» mantequilla para untar en el pan.
fuente:bbcmundo