Hamás disparó un cohete de largo alcance hacia la zona norte de Israel, el cual fue interceptado por la Honda de David, uno de los sistemas defensivos antimisiles de las FDI.
La Honda de David se encuentra en la segunda escala de la defensa antimisiles de Israel, luego de la Cúpula de Hierro y antes que Flecha 3.
Hamás alegó que se trató de un cohete al que llama Ayyash 250, uno de sus cohetes con más largo alcance que utiliza en sus ataques contra Israel.
Un video circulado en redes sociales mostró una columna de humo en la zona norte de Israel.
Hamás atacó también Ashkelon, con sirenas incesantes sonando en la ciudad mientras el grupo terrorista decía que había lanzado más de 150 cohetes.
Aunque los interceptores de la Cúpula de Hierro destruyeron muchos de los proyectiles entrantes, varios lograron atravesar.
Un cohete impactó contra una casa y otro contra automóviles en la calle. No hubo informes de heridos y los residentes se apiñaron en refugios.
Hamás prometió que se lanzarían “muchos más” cohetes a lo largo de este día.
Las Fuerzas de Defensa de Israel advirtieron a los civiles en el norte de la Franja de Gaza que evacuaran sus hogares, a medida que incrementa sus ataques contra objetivos terroristas en la región de la ciudad de Gaza y posiblemente prepara una incursión terrestre.
La orden se produjo al amanecer del séptimo día de la guerra entre Israel y Gaza, con los militares presionando su ofensiva aérea generalizada y un asedio total a la Franja.
Por el contrario, Hamás exigió a los residentes que permanecieran en sus casas: “No sigan las instrucciones de evacuación propagandísticas”.
Se sabe que el grupo intenta obligar a los residentes a ignorar los avisos dados por los militares.
Mientras tanto, las Naciones Unidas pidieron que se retirara la orden, afirmando que las FDI habían dado 24 horas para la evacuación, diciendo que evacuar a 1,1 millones de personas sería imposible.
“Las Naciones Unidas consideran imposible que tal movimiento tenga lugar sin consecuencias humanitarias devastadoras”, dijo en un comunicado. “Las Naciones Unidas hacen un fuerte llamado para que cualquier orden de este tipo, si se confirma, sea rescindida evitando lo que podría transformar lo que ya es una tragedia en una situación calamitosa”.