Opción quirúrgica a pacientes de epilepsia para que lleven una vida sin crisis

ctualmente, en muchos países, la calidad de vida de las personas con epilepsia, así como de sus familiares, se ve afectada por el estigma relacionado con la enfermedad debido al miedo, incomprensión y discriminación.

En este sentido, el Centro Médico ABC se une a la conmemoración del Día Púrpura con el objetivo de sensibilizar a todas las personas sobre las dificultades que experimenta una persona que vive con epilepsia y la carga social que representa esta situación en ellos y en sus familias.

La epilepsia es una de las principales enfermedades neurológicas que se puede presentar en cualquier persona y a cualquier edad. Sin embargo, el diagnóstico y clasificación apropiados de la epilepsia permiten establecer pronósticos y tratamientos específicos que mejoren la toma de decisiones médicas y, con esto, la calidad de vida del paciente.

El Centro Médico ABC a través del Centro Neurológico cuenta con un Centro Especializado en Epilepsia, donde brinda tanto atención de rutina a pacientes que viven con convulsiones u otras crisis epilépticas, como también servicios completos de diagnóstico y tratamiento a pacientes con convulsiones no controladas, cumpliendo las pautas de la Asociación Nacional de Centros de Epilepsia (NAEC).

La primera línea de combate es el uso de fármacos

De acuerdo con el Dr. Paul Shkurovich, neurólogo y neurofisiólogo clínico, especialista en epilepsia, jefe de neurofisiología clínica del Centro Neurológico del Centro Médico ABC, se estima que existen 65 millones de personas en el mundo con este problema de salud.

Explica que, cerca del 80% de quienes padecen epilepsia se encuentran en países de recursos limitados. “En América Latina se cree que hay entre cuatro y cinco millones de personas con esta condición, en México hay dos millones de pacientes, y corresponde a la tercera enfermedad más frecuente en adultos, después de la enfermedad vascular y las demencias”.

La epilepsia es una predisposición del cerebro a generar crisis de manera recurrentes y no provocadas, pudiendo sufrir únicamente una sensación rara o hasta una convulsión generalizada con rigidez, sacudidas, salivación o llegar a perder la conciencia por un momento.

El tipo de crisis depende de la región de la corteza cerebral en donde se genera el ataque. “Cuando no es una crisis generalizada, y se presenta en un área específica del cerebro, por ejemplo, la que controla la visión, las crisis serán visuales; el paciente puede manifestar alucinaciones, distorsión de las imágenes o de los colores; también se encuentran las auditivas o las que alteran la conciencia como las ausencias donde el paciente deja de interactuar con el entorno”, indica el experto.

Todas estas crisis que se presentan de manera crónica y recurrente son producto de una actividad eléctrica y química anormal en el cerebro, por lo que es fundamental conocer la parte donde se encuentra la lesión y la clasificación del tipo de crisis que permita dar un diagnóstico preciso para generar un tratamiento integral y eficaz.

Ante la sospecha de que se pueda tener epilepsia, se debe hacer un estudio clínico con el paciente y sus familiares para obtener datos precisos y detallados de los elementos motores o sensitivos que va presentando. Cuando la información es consistente para crisis epilépticas se hace un estudio de electroencefalografía, que permite medir la
actividad eléctrica con electrodos colocados sobre la superficie de la piel, este procedimiento no es molesto ni invasivo.

De acuerdo con el Dr. Paul Shkurovich, más del 50% de los pacientes pueden estar bien controlados con tratamiento farmacológico en monoterapia, sin embargo, cuando no funciona, se hace una terapia combinada, con el fármaco que se administra y un segundo, con lo cual el resultado se eleva al 70%. “7 de cada 10 pacientes que están bien diagnosticados y medicados para el control de las crisis, tendrán una vida completamente normal”, señala el experto.

En pacientes resistentes a fármacos, la cirugía es la mejor opción

Cuando el paciente no responde al uso de fármacos, se le llama farmacorresistente y entonces, una vez que se establece este criterio, entra a un proceso de evaluación para saber si es candidato a cirugía.

Para ello, el Dr. Enrique de Font-Réaulx Rojas, neurocirujano, jefe de Cirugía de Epilepsia del Centro Médico ABC, maestro en ciencias médicas, con especialidad en cirugía de epilepsia y funcional en la Universidad de Harvard y UCLA, destaca las indicaciones para la cirugía de epilepsia.

En la cirugía la edad no es una contraindicación, pacientes con meses de edad hasta adultos mayores que cumplan las características necesarias pueden recibir este tipo de tratamiento.

El Dr. de Font-Réaulx menciona que, en un principio, mediante el encefalograma y la resonancia magnética de cráneo, se podrá diagnosticar la epilepsia, logrando identificar si se padece una epilepsia generalizada o una epilepsia focal.

En otros casos no es posible determinar el sitio de inicio de las crisis con los primeros estudios y puede llegar a ser necesaria, la implantación de electrodos, estos permiten generar un mapa tridimensional de la zona del cerebro en donde da inicio la epilepsia, y conocer la distribución de sus vías.

“Hay dos formas de colocar los electrodos, la primera es una craneotomía, donde se expone el cerebro y se colocan unas mallas de silicón que hacen el registro de la superficie del cerebro, esta práctica ya está en desuso porque queda una zona muy amplia del cerebro que no puede registrarse, y tiene un alto riesgo de complicaciones”, explica el Dr. de Font-Réaulx.

La otra forma y la más novedosa, que se lleva a cabo en el Centro Neurológico del Centro Médico ABC, es colocar electrodos a través de la tecnología estereo electroencefalografía. Previo a la cirugía, se hace en un software, la planeación de donde irían colocados los electrodos a través de perforaciones de un milímetro de diámetro, que lo hace muy preciso y un procedimiento muy seguro. Permite hacer un mapa tridimensional del circuito eléctrico de la epilepsia dentro del cerebro sin limitaciones, con un riesgo cercano al 0% y, sobre todo, sin dolor.

“En este proceso registramos la actividad del cerebro y las crisis, confirmando el lugar donde se están generando, pasando después a la cirugía para retirar o desconectar el sitio inicial de las crisis o, con el mismo electrodo, si es una zona pequeña, se conecta a un generador de lesiones de radiofrecuencia y se quema la zona de inicio de las crisis, con lo cual obtenemos de un 75 a 80% de eficacia para curar la epilepsia”, explica el neurocirujano.

Con los electrodos también se pueden hacer mapeos funcionales como en la zona del lenguaje, de la mano, de la cara, para observar el margen de seguridad con respecto a la zona que se quiere retirar. El paciente permanece despierto en su habitación mientras se lleva a cabo este proceso, sin anestesia ni dolor.

Cabe resaltar que el objetivo de la cirugía de epilepsia es quitar la crisis, no necesariamente quitar los medicamentos, ya que hay ocasiones que con la cirugía se quitan, en otros casos se requiere la cirugía más medicamentos para el control de las crisis de los pacientes farmacorresistentes.

Porque los pacientes con epilepsia no están solos, el Centro Médico ABC, como una institución sin fines de lucro, lleva a cabo programas para pacientes vulnerables a través de sus Clínicas de Salud Incluyente mediante el Programa Cirugía Epilepsia ABC se apoya a pacientes que pueden beneficiarse de la cirugía para epilepsia sin costo, todo esto gracias a la procuración de fondos que lleva a cabo la Fundación ABC, I.A.P.

Es importante reconocer, dice el especialista, que actualmente la epilepsia afecta a 2% de la población, casi 2 millones 250 mil personas en México, que la necesitan y no lo saben, de las cuales, el 80% se controlan con medicamentos, la cifra restante es farmacorresistentes, uno de cada 10 requiere cirugía, es decir, cerca de 250 mil personas que la necesitan y no lo saben.

Finalmente, el Dr. Enrique de Font-Réaulx Rojas, recomienda buscar atención calificada y oportuna, no dejar pasar el tiempo ya que el paciente puede tardarse entre 10 y 15 años en ser diagnosticado y tratado, por lo que debe atenderse en un centro especializado para ser evaluado, ya que la epilepsia afecta a más personas que el cáncer de mama en las mujeres y el cáncer de pulmón en lo hombres.

Las personas con epilepsia pueden ir a la escuela, trabajar, participar en actividades deportivas y conducir vehículos cuando las crisis han sido controladas ya sea con fármacos o cirugía de forma segura y eficaz.

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