Con un llamamiento a luchar contra el antisemitismo, Austria conmemora a las víctimas de los pogromos de judíos organizados por los nazis del 9 al 10 de noviembre de 1938, conocidos como «Noche de los cristales rotos» y que marcaron el inicio del Holocausto.
El acto central ha tenido lugar ante el monumento a las víctimas del Holocausto en Viena, donde las autoridades, encabezadas por el presidente de la República, el ecologista Alexander van der Bellen, han depositado coronas de flores.
Además del canciller federal, el conservador Karl Nehammer, el vicecanciller, Werner Kogler (ecologista) y casi todos los ministros del gabinete, asistieron a la ceremonia también representantes de todos los partidos parlamentarios.
El monumento en el parque Ostarrichi de la capital, inaugurado hace un año, consiste de un muro en el que están grabados los nombres de los más de 64.000 austríacos judíos asesinados por el régimen del nacionalsocialismo.
Otra corona de flores fue depositada ante el monumento a las víctimas judías de la Shoah en la Judenplatz, en el centro de Viena, en una ceremonia a la que también asistió el presidente del país.
Los pogromos, a los que hoy en día se hace referencia con el trivializador término nazi «Reichskristallnacht» (Noche de los Cristales del Imperio), marcaron para muchos historiadores el inicio de la Shoah, el exterminio selectivo de la población judía.
Para los historiadores, los progromos ocurridos hace 84 años en el Tercer Reich, al que Austria pertenecía desde marzo de 1938, supusieron el inicio de la destrucción sistemática de la vida judía, que culminó en un genocidio en las cámaras de gas de los campos de exterminio nazis.
En Austria, unos 30 judíos fueron asesinados y más de 6.500 detenidos en esa noche que aún se conoce como «Kristallnacht» (Noche de los Cristales), un término que trivializa lo ocurrido y fue acuñado por los propios nazis.
De los detenidos, más de 4.000 fueron deportados al campo de concentración de Dachau, donde muchos de ellos fueron luego asesinados.
Un total de 42 sinagogas, así como unos 4.000 negocios y 2.000 viviendas pertenecientes a judíos, fueron incendiados o destruidos en pocas horas.
En memoria de las víctimas, se ha convocado para esta tarde una marcha que, bajo el lema «La luz de la esperanza», avanzará por el centro de la capital austríaca. EFE